londres. Guy Hands, el director de Terra Firma, la empresa de capital riesgo que compró EMI, tercera discográfica del mundo el pasado verano por 4.000 millones de libras, presentó ayer sus planes de restructuración, que comprende el recorte de 2.000 puestos de trabajo. El plan consiste en reducir el número de cargos directivos -en estos momentos hay 19 directivos por cada cazatalentos- e invertir en la búsqueda de nuevos artistas y en maximizar las ganancias de los músicos actualmente en nómina, como Robbie Williams o Kylie Minogue. Pretende separar más las funciones de gestores financieros y de músicos. El reajuste de Hands se produce en medio de la rebelión de primeros espadas de la compañía como Robbie Williams, que se han negado a entregar sus nuevos álbumes en protesta por la política de despidos de la compañía y por no estar de acuerdo con los derechos digitales y de marketing que reciben. Hands respondió que no hay diferencia entre una empresa musical y una empresa de trenes, de aviones o de hoteles.