madrid. No es un veredicto vinculante, pero sí supone un empujón a los planes de colaboración entre Repsol y la filial española de British Petroleum (BP). Se trata del visto bueno de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la creación de una sociedad conjunta entre las dos petroleras para integrar sus servicios de suministro de lubricantes y combustibles para aviación en la Península y Baleares. Pero la luz verde del organismo presidido por Maite Costa no llega por casualidad, sino porque la Comisión Nacional de Competencia solicitó, el pasado mes de noviembre, su valoración sobre la futura sociedad. Concretamente, la CNE afirma en su informe que "la cuota de mercado teórica en este mercado, resultante de sumar la correspondiente al Grupo Repsol YPF y BP España, no significaría un cambio en la situación competitiva existente previamente a la operación". De este modo, y a la espera de que sea el organismo presidido por Luis Berenguer el que dé su veredicto sobre la operación, las dos petroleras se apuntan un nuevo tanto en sus planes de colaboración. Sin embargo, la futura sociedad no será la primera experiencia compartida entre las dos compañías, ya que a día de hoy ya tienen en marcha una joint venture similar en el archipiélago canario. Pero el organismo presidido por Maite Costa también ha valorado los problemas que se podrían derivar de las participaciones que Repsol y BP mantienen en CLH, que controlan un 15 y un 5 por ciento respectivamente de la compañía presidida por José Luis López de Silanes. A través de esta situación, el regulador energético español considera "improbable" que se produzcan efectos de coordinación derivados de estas participaciones. Actualmente, las dos petroleras suministran combustible en varios aeropuertos españoles. Repsol está presente, por ejemplo, en Santiago de Compostela, Reus y San Sebastián, mientras que BP tiene concesiones en Sabadell, Albacete, Burgos y Valencia.