La compañía ofrece hasta 45 días por año para reducir el impacto del ERE que anunció la semana pasadabarcelona. Una semana es lo que ha tardado Nissan en intentar apagar los fuegos que provocó la presentación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 450 empleados de su planta en la Zona Franca de Barcelona. Después de una reunión que mantuvo la compañía con la plantilla ayer, Nissan anunció la puesta en marcha de un plan de bajas incentivadas. Con este plan los empleados directos o los que estén vinculados a la fabricación en la planta de Barcelona pueden acogerse a estas bajas y recibirán una indemnización cercana a los 45 días por año trabajado con un máximo de 60.000 euros por persona. A pesar del balón de aire que representa el plan, la marca asegura que es un paso previo a la presentación del ERE anunciado la semana pasada. El plan de bajas terminará el 8 de febrero y éstas serán efectivas el próximo 30 de marzo. A pesar de que la marca prevé aumentar en 2008 el volumen de furgonetas Primastar (también comercializada como Renault Traffic y Opel Vivaro) de 86.000 a 93.000 unidades, hace pocos meses perdió el pedido de un nuevo modelo de furgoneta que finalmente se ensamblará en Tánger (Marruecos). Nissan Motor Ibérica mantiene la previsión de Primastar y aseguró la semana pasada que las medidas afectan a las líneas de producción de los modelos Navara y Pathfinder. La compañía ya ha previsto un descenso de más del 7 por ciento de los volúmenes previstos para este año. Los sindicatos anunciaron ayer movilizaciones si no se presentaban "otras medidas alternativas además de las bajas incentivadas, como las prejubilaciones o recolocaciones". La dirección de la empresa y el comité de empresa se reunirán el próximo martes para negociar otras opciones.