El candidato socialista, que presentará un programa "para ganar", niega haber pedido a Zapatero el adelanto electoralmadrid. El candidato socialista a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, se vio ayer con el camino despejado para trabajar en verano en el programa que presentará en la Conferencia Política del próximo 30 de septiembre y que, una vez disueltas las Cortes, supondrá el pistoletazo de salida definitiva a la cita con las urnas. Y lo hizo confiado en poder dar la vuelta a la tendencia de unas encuestas muy adversas que se vio rota el pasado miércoles tras conocerse el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En el sondeo oficial Rubalcaba recortó al líder del PP, Mariano Rajoy, tres puntos hasta situar la intención de voto a favor del PP en 7,1 puntos frente a los 10,4 puntos de junio. Además, el candidato de Génova perdía también en lo personal frente al aspirante de Ferraz. La encuesta reflejaba que los españoles consideran que Rubalcaba sería mejor presidente del Gobierno que Rajoy por un 39,9 por ciento frente al 31,9 por ciento. Con estos datos en la mano, Rubalcaba no dudó en sacar pecho al reconocer que "da la impresión de que los vientos han girado". A partir de ahí, puso el acento en que el programa electoral que presentará a los ciudadanos y que estará abierto a "los sectores sociales que quieran" está pensado "para ganar y gobernar" porque responde a objetivos "ambiciosos y realistas". Zapatero estará en la campaña En relación a las voces que apuntaban a que Rubalcaba era partidario del anticipo electoral y presionó a Zapatero en este sentido, el candidato socialista negó la mayor y se agarró a los argumentos del jefe del Ejecutivo que insistió en que el adelanto tiene que ver con el interés general. "La decisión ha sido suya. Yo no le he pedido nunca a Zapatero que adelantará las elecciones", aseguró para reconocer, sin embargo, que ambos han hablado en varias ocasiones de este tema. Lo que sí confirmó Rubalcaba es que contará con su exjefe en los actos de la próxima campaña electoral para las generales. En relación a ésta, Rubalcaba se comprometió a realizar una carrera "sobre propuestas e ideas" y que huya del debate sobre las dos Españas. "Voy a sumar", prometió para insistir en que valorará las ideas independientemente de quién las realice. Doble guiño al Santander A este respecto, el candidato socialista se apropió de dos de los últimos anuncios realizados por "un banco muy importante" a partir del debate que él dice haber llevado a la escena política. El primero, relativo al anuncio del Banco Santander de flexibilizar las condiciones del pago de hipotecas a quienes se queden sin trabajo o vean considerablemente mermados sus ingresos. "Es una decisión muy sensata", aseguró para destacar también "la responsabilidad compartida" que la entidad presidida por Emilio Botín ha adquirido en relación a las 5.000 becas a universitarios para que trabajen en pymes relacionadas con el banco. Rubalcaba recordó que pidió un esfuerzo al sector financiero para hacer frente al alto desempleo juvenil. En lo económico, el candidato no dudó en pedir a Rajoy que estudie "un poquito más" en relación al déficit público y, en la Cadena Ser, reconoció que la burbuja inmobiliaria había que haberla "pinchado" y abogó por "una agencia de rating para las agencias de rating".