Las entidades más solventes urgen a una inyección pública masiva a las débilessantander. El grupo de las cajas mejor posicionadas lanzó ayer varios mensajes al unísono, aunque con ciertos matices. Los presidentes de Unicaja, Cajastur, Murcia, Ibercaja y BBK, todos ellos, en mayor o menor medida, se quejaron de las distorsiones y las consecuencias que está teniendo para el sector la nueva normativa de solvencia y reclamaron una mayor flexibilidad en los tiempos para poder recapitalizarse sin tener que malvender los activos. Eso sí, pidieron una mayor contundencia en los planes de las entidades más débiles y sugirieron una ayuda masiva e inmediata del Estado para evitar males superiores al conjunto del sistema. Estos ejecutivos señalaron que si se explica bien a los mercados, una demora en los planes no tendría consecuencias negativas y se preservaría el valor de estas entidades. Además, la situación actual de inestabilidad está sobredimensionada por cuestiones externas, como la situación de Grecia, y hace que este contexto no sea propicio para salir a los mercados. Los inversores están exigiendo descuentos superiores al 50 por ciento para entrar en estas entidades, lo que a juicio del responsable de Unicaja, Braulio Medel, supone "una desamortización" de los bienes que son de todos. Las cajas tienen que captar entre 8.000 millones y 16.000 millones para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia antes de octubre. "Hay que defender los intereses de los beneficiarios de la obra social", explicó Medel, que a precios bajos se menoscaban. El andaluz achacó además buena parte de los problemas al aumento de la solvencia en un 25 por ciento para las cajas por parte del Gobierno y denunció que éstas puedan caer en manos de fondos soberanos -por tanto públicos- de otros países, como Catar o China. Asimismo, cifró en más de 16.000 millones de euros las necesidades que tendrían los bancos si se les aplicara la misma regulación y tuvieran que alcanzar el 10 por ciento de capital principal en vez del 8 por ciento. El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, también apeló a la obra social y pidió un calendario para cada entidad en función de sus propias características. Algunos se preguntaron por las consecuencias que podría generar un aplazamiento en la recapitalización del sector en estos momentos, en que todos los expertos miran con lupa a España, como Amado Franco (Ibercaja), Carlos Egea (Murcia y Grupo BMN) y Mario Fernández (BBK). Margen para los rescates En estas circunstancias, por tanto, habría que ser selectivos y actuar rápidamente en entidades más débiles. Unos y otros pidieron la entrada masiva del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y evitar así el contagio a todo el sistema. Argumentaron que España es el país donde menos dinero público se ha destinado al saneamiento del sector y que, de esta manera, hay margen suficiente para capitalizar las entidades con recursos del Estado. Incluso, por encima, de los previstos, porque lo urgente es eliminar las incertidumbres sobre los agujeros de las cajas y el coste para ajustar las estructuras de plantillas y personal para elevar la eficiencia y rentabilidad de los activos. Todo no fueron coincidencias. Mientras Medel y Menéndez defendieron el mantenimiento de los actuales gestores en las entidades en las que entre el Frob, el resto apostó por un cambio en la gobernanza de las cajas que tengan que ser ayudadas de nuevo. Franco fue incluso más allá y abogó por una subasta de las entidades en las que participe el Frob, con el establecimiento de esquemas que protejan los riesgos que asume el adjudicatario de las mismas. Ibercaja es la única soltera y quiere aumentar su tamaño si surgen "buenas oportunidades". Para intentar normalizar la situación, Medel y Fernández pidieron al Gobierno que tome las medidas oportunas. El segundo fue más crítico con la actuación del Ejecutivo y le pidió responsabilidad ante la debacle electoral del PSOE que, a su juicio, crea más inestabilidad, por lo que sugirió un adelanto electoral. También reclamó a Elena Salgado, asuma la "gestión eco- nómica" por el daño a España.