Nieto confirma que para el año 2016 confían en haber logrado los 30.000 MWmadrid. El secretario general de Energía, Ignasi Nieto, confirmó ayer el objetivo de 30.000 MW de energía eólica para el año 2016, tal y como adelantó elEconomista. A esta cantidad se le añadirán otros 5.000 MW de eólicas offshore, es decir, en el mar, para los que Industria ya está analizando nueve ubicaciones.El responsable de energía añadió además que para el año 2020 se espera que se alcancen los 40.000 MW. Estos objetivos se acercan a los anunciados por la Asociación Eólica Española (AEE), cuyo presidente, Juan Carlos Martínez-Amago, anunció que el sector aceptará el reto y llegará a los 40.000 MW de eólica terrestre más 5.000 MW de eólica marina en 2020.Para Nieto, esta cifra equivale al "potencial" de España de desarrollo de energía eólica en tierra, dadas las restricciones medioambientales de las comunidades autónomas, y según el representante de la Administración no podrá alcanzarse hasta la década 2020 - 2030. Nieto anunció que el Gobierno también elabora una prospectiva energética para el horizonte de 2030 y que se incluirán estos datos en la misma.El secretario general de Energía, ha asegurado además que el ritmo actual de fabricación de aerogeneradores permite instalar 2.000 MW al año, y que en 2010 se llegará a 20.000 MW instalados previstos en el Plan de Energías Renovables 2005-2010. Nieto aseguró que la energía eólica "es un ejemplo para el resto de las tecnologías renovables" y añadió que la única energía renovable que no se está cumpliendo los objetivos de desarrollo es la biomasa. Industria se planteará situar su objetivo nacional en el mismo 20 por ciento de la media comunitaria. Nieto además afirmó que España defiende en el proceso la "independencia regulatoria" de los estados miembros y el sistema de apoyo al precio que está en vigor en nuestro país por considerarlo más eficaz que el de los certificados verdes. Tal y como ya adelantó elEconomista, Bruselas presentará el 5 de diciembre una propuesta de directiva que pretende imponer este tipo de certificados que encarecen la producción de energías limpias.