Pese a sus ventas, logra peores beneficios que sus competidoresMADRID. Al mayor productor de comida del mundo, la suiza Nestlé, se le atragantan sus papillas. Con la idea de experimentar un cambio de rumbo, la compañía nombrará consejero delegado a su actual jefe financiero. Según informaba ayer The Wall Street Journal (WSJ), Paul Polman será elegido el próximo jueves para tomar las riendas, reconduciendo la búsqueda del beneficio en la multinacional. Pese a sus 82.850 millones de dólares en ventas anuales, Nestlé arroja peores márgenes empresariales que sus competidores. Sus directivos no están acostumbrados a que se les exija resultados. La misión del nuevo número uno será la de darles un golpe en la espalda y que reaccionen.Polman procede del competidor Procter & Gamble y se espera que establezca objetivos, elimine productos que dan menos beneficios y recorte gastos. Cuando trabajaba en Procter & Gamble, Polman fue puesto a cargo de su división en Europa Occidental en un momento en el que sus ventas caían con fuerza tras una reestructuración. Polman cambió la línea de productos, ajustándola a las necesidades de cada país, según cuenta WSJ.Una vez en Nestlé, este holandés de 51 años con 25 años de experiencia en el sector y formación estadounidense rompió con el habitual secretismo de la multinacional, explicando abiertamente los problemas que sufre.