Un entorno lleno de inquietudes y las leyes del mercado obligan a reinventarse Empecemos por la definición más grosera: una empresa es una coartada para ganar dinero. La alternativa es ganar dinero trabajando honestamente, pero es una alternativa poco razonable si tu vara de medir es únicamente la económica.En el sistema capitalista (el único que nos queda por el momento) se puede ganar dinero de muchas maneras, pero nunca trabajando. El trabajo puede resultar gratificante, motivador, divertido e incluso apasionante. Son compensaciones de otra naturaleza. La compensación económica siempre resulta escasa, por elevada que sea. Tus aplicaciones (qué haces con tu dinero) acostumbran a ir por delante de tus fuentes / ingresos. Cuando esto no ocurre, es que haces trampas o eres un asceta. Lo más probable, lo primero. En el mundo occidental el ascetismo es una práctica de fin de semana para pequeñoburguesas obsesionadas con la dieta.Luego, nos queda la empresa. La empresa como proyecto económico para generar riqueza.Nuestra definición:La empresa es un proceso de ajuste a un entorno cambiante que trata de maximizar el interés de las partes implicadas en su desarrollo.La idea quiere ser ambiciosa. Vamos a trocearla para comprenderla mejor.La empresa es un proceso. Algo que se mueve. Cuando pierde agilidad, se petrifica. Abandona su condición original. La empresa es un organismo vivo.En sus inicios la empresa se contempló como una máquina. Una máquina carece de sistema fisiológico. Puede funcionar en contextos cerrados, propios de mercados oligopolísticos. En contextos abiertos, donde cualquier variable puede modificar las condiciones actuales, la empresa encuentra su razón de ser.Una primera contradicción es que defendemos el concepto de "libre empresa" (en búsqueda del teórico equilibrio entre la oferta y la demanda) y en paralelo promovemos los procesos de fusión entre empresas, que hacen que la oferta se restrinja y se rompa tal equilibrio.Las "leyes del mercado" y la constante referencia a la "mano invisible" de Adam Smith tratan de ocultar que el único mercado que gobierna las relaciones económicas internacionales es el mercado financiero y que la "mano invisible" no es precisamente la que intuía el economista escocés.La empresa es un proceso de ajuste. Es la empresa la que tiene que acomodarse al entorno y no el entorno a ella. Pero de nuevo no siempre es así.Muchos servicios (los imprescindibles) están en manos de unos pocos. Energía, agua, telefonía son sectores acotados y su supuesta liberalización es una farsa. Y la tendencia es a concentrarse. El único perdedor es el consumidor.Deberíamos preguntarnos por qué ocurre esto. La historia es muy antigua y arranca (en el caso del comercio) de viejos privilegios medievales y de connivencias entre el Estado y los poderes económicos dominantes, en el terreno de los suministros.Libre mercado/libre empresa. Sí, pero con dificultades. Cuando tu mercado es cautivo, no tienes clientes, tienes súbditos. En condiciones normales, el entorno es la variable clave.La empresa es un proceso de ajuste a un entorno cambiante. Durante largo tiempo la economía se movía en ciclos largos. Se producían cambios muy ligeros, que casi no se apreciaban. Las empresas podían ir modificando su oferta/su mensaje/su producto con facilidad.Ahora todo es distinto. Hay cambios económicos, políticos, sociológicos, culturales, jurídicos, demográficos. Muchos cambios que cuesta digerir. Pero lo más relevante es la velocidad del cambio.Quizás no sepamos adonde vamos, pero vamos muy aprisa.Esta tasa de cambio genera mayores exigencias para la empresa.Un ejemplo lo tenemos en la demografía. ¿Qué significa un "envase familiar"? ¿De qué "familia" estamos hablando? ¿Familias de una sola persona, familias de dos personas, familias monoparentales? En las grandes ciudades de Occidente millones de personas viven solas, unas porque quieren y otras porque no tienen más remedio. Por estado civil antes teníamos solteros, casados y viudos. Ahora además tenemos "parejas de hecho", separados y divorciados. E incluso nos permitimos la sofisticación sociológica de tener lats (living apart together), gentes que no conviven pero comparten momentos y espacios vitales.La empresa que no desarrolle sistemas de alerta para seguir (mejor anticipar) los cambios del entorno, está condenada a desaparecer.Esta realidad tan viva y estimulante tiene un enorme impacto sobre la dimensión económica de la empresa. La empresa, cualquier empresa, tiene la necesidad de invertir (en equipos, instalaciones, etc.) para poder conseguir lo que se propone. Pero necesita tiempo (desde que se aprueba la inversión hasta que entra en funcionamiento) y en ese período el entorno no se para. Luego además habrá que amortizar las inversiones, de acuerdo con las normas que la Administración Pública determine. Si no acierta, puede estar amortizando equipos que ya no utiliza.La empresa es un proceso de ajuste a un entorno cambiante que trata de maximizar el interés de las partes implicadas.La pregunta es: ¿cuáles son las partes implicadas?La empresa tiene unos accionistas que desean un rendimiento económico de su inversión. Este rendimiento tiene fundamentalmente dos vías: el beneficio repartido (los dividendos) y la plusvalía que pueda generarse al vender las acciones o participaciones. La empresa tiene unos empleados que desean obtener unas compensaciones económicas, en función de sus prestaciones. Pero también desean sentirse gratificados por el trabajo, identificarse con el proyecto, etcétera.La empresa: un stripteaseAlfonso Durán-PichGestion 2000