madrid. El financiero catalán Javier de la Rosa aceptó ayer un año de prisión y pagar una multa de 3.600 euros por un delito de estafa cometido contra el empresario Lorenzo Rosal, a quien utilizó como avalista en 1995 para conseguir un préstamo de 1,8 millones de euros de La Caixa, perjudicando a su familia al no devolver el dinero, ya que se le embargaron 13 fincas a su madre. De la Rosa, en libertad provisional, evitó así celebrar el juicio que tenía pendiente en la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona, argumentando que quería "evitar algo tan doloroso para tanta gente que yo quiero", sin especificar a quién se refería. Ante su conformidad, el fiscal rebajó su petición inicial de seis años de prisión, y solicitó un año de cárcel para el empresario y el pago de una multa de 3.600 euros por un delito de estafa. La Fiscalía se acogió al Código Penal de 1995 (formuló escrito de acusación en base al de 1973) a instancia de la defensa del acusado, ya que éste es más beneficioso para De la Rosa. Por otra parte, la Fiscalía retiró su petición de 1,8 millones de indemnización para la madre de Lorenzo Rosal, ya que los afectados, en calidad de acusación particular, se apartaron del procedimiento el pasado 15 de junio tras ser resarcidos por De la Rosa con una suma que su letrado no quiso desvelar. El abogado del financiero, Francesc Jufresa, explicó al salir de la Sala que "la acusación particular se ha declarado reparada en base a la transacción que se ha hecho", aunque los afectados se han reservado la posibilidad de acudir a la vía civil cuando lo crean oportuno. La estafa cometida por el financiero catalán se produjo a principios de 1995, cuando, según la Fiscalía, De la Rosa se hallaba "ávido de liquidez para resolver sus cuantiosos gastos corrientes", ya que acababa de salir de la cárcel tras pasar cuatro meses en prisión preventiva por el caso Gran Tibidabo y el juez instructor le exigía una fianza de más de 7.800 euros.