La cooperativa vasca compra el 75% de Caprabo por 915 millones de eurosmadrid/barcelona. El sector de la distribución cambia de manos en España. Eroski ha dado un golpe de mano y tras pagar 915 millones de euros por el 75 por ciento de Caprabo ha arrebatado a Mercadona el segundo puesto del ránking. La cadena de distribución vasca se hace con una cuota de mercado del 12,5 por ciento, por detrás sólo de Carrefour, que se mantiene como número uno con el 17,3 por ciento. La nueva compañía alcanzará unas ventas de 8.610 millones de euros, contará con una red comercial de 2.348 establecimientos y una plantilla de casi 50.000 trabajadores. Para Eroski, lo más importante de esta operación es que le permitirá recuperar con creces todo el terreno perdido tras la ruptura en 2004 de su alianza con la cooperativa valenciana Consum, que le supuso la pérdida de 400 supermercados en Valencia, Murcia y Cataluña. A la espera del veredicto del Servicio de Defensa de la Competencia, con la compra de la cadena de distribución catalana, Eroski se garantiza, sobre todo, volver a tener presencia en la costa mediterránea. Cataluña se libraCaprabo, que nació hace 48 años, posee 500 supermercados repartidos en ocho comunidades autónomas, pero es en Cataluña donde, con 300 tiendas, tiene una posición indiscutible de liderazgo. Aunque tendrá que revisar en profundidad todo el modelo de negocio, una de las primeras decisiones que ha adoptado Eroski es mantener la marca en Cataluña y revisarla en el resto. Está por ver, por ejemplo, si hace lo mismo en Madrid, donde tiene alrededor de 120 establecimientos, o en Baleares y Navarra, donde cuenta con unas treinta tiendas en cada una de las dos autonomías. La venta de Caprabo llegó a su fase final como un duelo entre el fondo de capital riesgo Permira, propietaria de Dinosol, y Eroski. El fondo realizó una mejor oferta económica, pero al final los propietarios de Caprabo, las familias Carbó, Botet y Elías, se dejaron guiar por factores ajenos al precio. Los accionistas valoraron que Eroski mantuviera la marca Caprabo en Cataluña, que dejase la sede de la empresa en esta autonomía y que garantizara el futuro de los 15.000 trabajadores de la compañía, que pasarán a formar parte de Mondragón Corporación Corporativa, propietario de Eroski.El grupo vasco también les permitía mantener una participación en el capital de Caprabo, otra garantía de que la empresa no desaparecerá a corto plazo, algo que no prometió en ningún momento Permira.Tras el acuerdo, Eroski pagará 915 millones de euros por el 75 por ciento de Caprabo, cifra que se incrementa hasta 1.125 millones si se contabiliza la deuda de la empresa catalana. Las familias propietarias, que controlaban el 80 por ciento del capital, venderán un 64 por ciento y mantendrán el 16 por ciento de las acciones. Por su parte, La Caixa, que tenía el 20 por ciento del capital de Caprabo, venderá un 11 por ciento y se quedará con el restante 9 por ciento.Caprabo facturó 2.194 millones de euros en 2006 y registró un beneficio neto de 7,5 millones.