madrid. Rusia y Bielorrusia se encuentran hoy inmersas en urgentes negociaciones para intentar resolver su actual conflicto por las tarifas del gas ruso y evitar un recorte de los suministros, que ya ha provocado el temor a cortes en Europa. "Nuestra delegación viajó ayer a Moscú y a las siete de la mañana se iniciaron las conversaciones en la sede de Gazprom (el consorcio gasístico ruso)", informó en Minsk el viceministro bielorruso de Energía, Eduard Tovpenets. La delegación bielorrusa está encabezada por el viceministro de Economía, Anatoli Filónov, e incluye a directivos de la compañía estatal Beltransgas. Gazprom acusa a Bielorrusia de pagar el gas a precios inferiores a los establecidos por el contrato y le reclama una deuda de 200 millones de dólares (161 millones de euros) bajo la amenaza de cortar hoy en un 85 por ciento los suministros de gas al país vecino. Ese recorte afectará, según Minsk, a las exportaciones a Europa, "pues no tendrá suficientes recursos para mantener la presión en los gasoductos de tránsito". El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, quitó hierro a la amenaza y explicó que estudian ya fórmulas para rodear Bielorrusia. Tovpenets, por su parte, declaró el pasado viernes que es Gazprom el que debe a Minsk más de 200 millones de dólares (161 millones de euros) por el tránsito del carburante ruso a Europa por Bielorrusia, y afirmó que es esta deuda la que centrará las conversaciones de hoy. La primera ronda de negociaciones celebrada ayer y en la que Minsk proponía una "variante cero" de canje de deudas "ha terminado en nada", según Miller, que no reconoce la deuda rusa. El presidente de Gazprom dijo al canal Rossía-24 que la parte bielorrusa "reconoce su deuda", pues la víspera también había propuesto cubrirla "con suministros de equipos y materiales".