Las dos cajas barruntan que La Caixa intentará recuperar el liderazgo del sector santander. Son una matrimonio bien avenido. El martes pasaban por el altar, se hacían las fotos de la boda con el resto de damas de honor y ayer hacían la primera parada de su luna de miel en los cursos de verano Tres décadas de Economía organizados por la UIMP y la Apie donde anunciaban que la unión que lideran Caja Madrid y Bancaja durará, al menos, quince años. El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, y el de Bancaja, José Luis Olivas eran los encargados de desvelar la duración de esta unión que si llega a ser algo más en el futuro, es decir, pasar de fusión fría a tradicional, será decisión del futuro consejo de administración que se forme tras la constituirse del Sistema Institucional de Protección (SIP). Aunque el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) sólo exige diez años en el SIP, Bancaja, Caja Madrid, Avila, Segovia, Insular de Canarias, Rioja y Laietana quisieron demostrar que su compromiso es a largo plazo. Las dos cajas son conscientes de que su liderazgo puede ser pasajero porque haber superado a La Caixa provoca "una cosa buena y otra distinta. La buena es que sienta bien, la distinta es que no sé cuánto nos va a durar", según expuso el presidente de Caja Madrid. Y aunque "mientras dura, vida y dulzura" -según recordó Rato- , el acuerdo sellado entre las entidades también contempla el amargo momento del divorcio que se tendría que producir con un preaviso de dos años. Sin embargo, ese es un proceso que requerería un "coste excesivo" para el presidente de Caja Madrid que para el de Bancaja se tradujo en algo "muy caro". Pero no parece que las cifras vayan a ser el problema de la integración. De hecho, el presidente de Caja Madrid reconocía que "nuestros números nos dicen que las sinergias serían más que suficientes para financiar el Frob". Aunque eso sí, reconocieron un ajuste de oficinas y empleados que, de paso, invitaron a imitar al resto del sector. Exentos de impuestos Y como una ayudita nunca viene mal, la alegría para los recién casados llegó de mano del director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta,quien anunciaba la solicitud al Ministerio de Haciendo la exención del impuesto de transmisiones y actos jurídicos documentados, así como tributar el IVA en el régimen especial para los SIP, es decir, para la fórmula de integración que han escogido estas cajas de ahorros. Lo que sí parece que se va a respetar en esta fusión es la fidelidad y, aunque estarán atentos a todas las posibilidades, consideran que se trata de un proceso de integración "muy completo". Claro que en ese momento, aún no se conocían la amenaza del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, de vetar el desembarco de Caja Á vila y Segovia en el SIP. Y es que a Herrera no le gusta la representatividad que tendrán las cajas castellanas, ni los efectos sobre empleo y las oficinas de la unión. Por lo que avisa de que la ley le pone esa carta en la mano que está dispuesto a jugar.