La ministra de Educación nombró como cargo de confianza a Carmen Balsa tras ser designada El vicepresidente de la CNMV, su esposa y el secretario de Estado hicieron negocios juntosmadrid. ¿Es la CNMV un órgano independiente del Gobierno? Su vicepresidente, Carlos Arenillas, parece empeñado en que no sea así. Durante años hizo negocios a través de una sociedad de inversión -Tagomago Investment II Simcav-, con su mujer, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera; y el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Aunque Cabrera y Vegara abandonaron sus puestos en la firma el mismo día, el 12 de febrero de 2004, las relaciones entre Arenillas y el secretario de Estado no acabaron ahí. Ambos siguen unidos tanto en lo personal como en lo profesional y no tienen, además, ningún reparo en ocultarlo. Prueba de la gran cercanía entre la familia Arenillas y Vegara fue una de las primeras decisiones que tomó Mercedes Cabrera, apenas un mes después de ser nombrada ministra. Designó como jefa de su gabinete a Carmen Balsa Pascual. Nada más y nada menos que la esposa de Vegara, para ocupar uno de los cargos de mayor confianza y relevancia política por su cercanía a la hora de tomar decisiones.FuncionariaDesde el Ministerio de Economía aseguraron ayer que "aunque se trata efectivamente de la esposa de Vegara, Carmen Balsa es una funcionaria de reconocido prestigio, que ha trabajado también con el Gobierno del Partido Popular, en el departamento de Luis de Guindos". Licenciada en Ciencias Económicas, Balsa ha sido profesora en la Universidad de Alcalá de Henares y pertenece al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Antes de marcharse a trabajar con Mercedes Cabrera en Educación, ocupó efectivamente distintos cargos en el Ministerio de Economía y en el de Administraciones Públicas, aunque hasta ahora no había ocupado ningún cargo de confianza.Al margen de los negocios en la firma de inversión Tagomago y de participar juntos en Economistas 2004, el equipo de Miguel Sebastián que elaboró el programa económico con el que el PSOE llegó al Gobierno, Vegara y Arenillas trabajaron también codo con codo en CIMD, la matriz de la agencia de valores Intermoney, por la que ha pasado gran parte de la beautiful socialista. Arenillas, fundador de la firma y presidente hasta 2001, confió en Vegara para sustituir a Sebastián cuando éste se marchó en 1996 a BBV. El actual secretario de Estado de Economía dirigió los destinos de la firma durante más de siete años.Intermoney sufrió durante los años noventa varias inspecciones fiscales y llegó a acumular una deuda con Hacienda de más de 2,8 millones por impuestos no pagados entre 1993 y 1996. Pero como de bien nacidos es ser agradecido, Vegara no ha dudado en salir en defensa de la firma y negar que haya habido ningún tipo de gracia fiscal.El PP, sin embargo, desconfía y ha puesto ya el dedo en la yaga. El portavoz adjunto del grupo, Vicente Martínez Pujalte, considera necesario que se esclarezcan "muchos extremos de la conducta de los directivos de la CNMV". Los populares quieren saber quién convocó al marido de la ministra Cabrera a Moncloa para tratar el informe relacionado con la sociedad FG Valores, así como la persona que se reunió con él y la que le entregó el dossier.Pujalte además ha preguntado al Gobierno por qué convocó al vicepresidente de la CNMV y no al presidente y sobre cuál es la razón por la que el Ejecutivo llevaba la relación entre Presidencia del Gobierno y la Oficina Económica.Los populares preguntan directamente si "es la relación conyugal del vicepresidente de la CNMV con una ministra de Gobierno la razón por la que se convoca al Sr. Arenillas y no al Sr. Conthe". Vegara además fue quién sustituyó a Solchaga en las negociaciones con E.ON. El secretario de Estado de Economía viajó varias veces a Bruselas para interesarse por los expedientes abiertos a España por la opa.Y por si todo esto fuera poco, Solbes ha defendido a Arenillas en el Congreso, cosa que no hizo con Miguel Sebastián. El vicepresidente sigue confiando en el número dos de la CNMV. ¿Tendrá que devolver algún favor?