La empresa prevé vender 50.000 unidades de este modelo en el ejercicio 2009barcelona. Seat llega tarde al segmento de las grandes berlinas, pero confía en su diseño mediterráneo para hacerse un hueco en un mercado que en Europa cuenta con un millón de vehículos al año. A partir de los primeros meses de 2009, la filial española de Volkswagen (VW) tendrá que batirse el cobre con el Peugeot 407, el Renault Laguna o el Toyota Avensis.El presidente de Seat, Erich Schmitt, explicó ayer que la compañía prevé producir y vender unas 50.000 berlinas a partir de 2009, principalmente en el mercado europeo. Para alcanzar ese objetivo, el nuevo coche también contará con una versión familiar. La inversión necesaria para producir el coche es de casi 200 millones de euros, cantidad que ya ha sido autorizada por el consejo de vigilancia de la multinacional alemana.El coche obligará a construir una nueva línea de montaje en la factoría de Martorell (Barcelona), pero no será necesario modificar los talleres de pintura de la factoría, lo que hubiera disparado el coste del proyecto. La inversión de 200 millones se incluye en los 450 millones anuales de inversión que Seat anunció para los próximos 10 años.Schmitt confía en la producción de este modelo para que la planta de Martorell vuelva a producir unos 500.000 coches al año, cifra que considera idónea para que Seat ofrezca unos beneficios que satisfagan a VW.A partir de 2009, la gama de coches de Seat quedará configurada por el nuevo Ibiza, que saldrá al mercado a mediados de 2008; la gama Toledo y Altea (con sus variantes XL y 4x4); el León, y el nuevo Alhambra, que VW produce en su fábrica portuguesa. El modelo que no contará con un sustituto será el Córdoba, que podría dejar de fabricarse en 2009.Más allá de 2010, Seat también tiene planes, pero todavía no están aprobados por VW. La intención de Schmitt es lanzar un pequeño todo terreno urbano cuya fabricación podría realizarse tanto dentro como fuera de Martorell. Otra idea que baraja es crear un coche de "bajo coste" con los módulos que proporciona VW pero con "diseño mediterráneo, aunque no sé si seremos capaces de hacerlo", aseguró.El ejecutivo alemán reiteró su objetivo de conseguir beneficios en 2008. En cuanto a la posibilidad de que Seat entre en el mercado chino, Schmitt aseguró que sondeará el mercado pero "lo veo difícil porque ahora ya están casi todos los fabricantes allí". En su opinión, Seat debería haber dado ese paso hace tres años, una clara crítica al anterior equipo directivo de VW.