La operación lleva tres meses congelada por las diferencias sobre el plan de negocio conjuntoMADRID. Unicaja y CajaSur explicaron ayer al Banco de España el estado de situación de su fusión, que lleva tres meses prácticamente paralizada por las reticencias de la primera a cerrar la operación en las condiciones establecidas en el plan elaborado por Boston Consulting. Santiago Gómez Sierra y Braulio Medel mantuvieron un encuentrocon el director general de supervisión, Jerónimo Martínez Tello, para analizar las evolución de las conversaciones. Según fuentes conocedoras de la reunión, se comprometieron a cerrar cuanto antes la operación. La cita fue cordial y en ella se avanzaron en algunos aspectos técnicos. Es la tercera que ambas entidades celebran con el supervisor un encuentro para analizar la situación. La negociación está trabada por la oposición de la cordobesa a emprender un ajuste de un tercio de su plantilla. La fusión afectaría a 1.200 trabajadores, de los que casi 1.000 pertenecen a CajaSur. La malagueña se niega a modificar las condiciones ante el deterioro de los activos de la entidad controlada por la Iglesia. CajaSur perdió 596 millones de euros el ejercicio pasado como consecuencia de la elevada morosidad y las inversiones inmobiliarias. La reanudación de la mesa laboral se ha retrasado hasta la próxima semana, a la espera de las dorectrices dadas por el Banco de España. Los sindicatos de CajaSur se muestran recelosos con el planteamiento de CajaSur, ya que la integración requerirá no sólo prejubilaciones, sino también despidos. Sobre la cordobesa pesa la amenaza del Banco de España a una intervención si no lleva a cabo finalmente la fusión. Ya en diciembre pasado una advertencia serie hizo cambiar la posición del consejo, que se había negado a aprobar el plan de Boston Consulting. El supervisor quiere que la operación se cierre antes de junio, a pesar de las ayudas no provendrán del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Será el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de las cajas quien aporte 990 millones de euros para sanear el balance del grupo resultante.