El presidente de la aerolínea declaró ayer como imputado por una presunta estafamadrid. El presidente de Air Madrid, José Luis Carrillo, aseguró ayer en la Audiencia Nacional, durante su declaración como imputado por un presunto delito de estafa, que la compañía continuó vendiendo billetes hasta el 15 de diciembre, porque la decisión de suspender actividades se tomó ese mismo día, y que hasta ese momento, la actividad de Air Madrid era "totalmente normal", según explicaron fuentes jurídicas a Europa Press. Carrillo aseguró ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska, que hasta ese momento la compañía "no tenía pensado cerrar" ya que confiaba en estar cumpliendo los requerimientos solicitados por Aviación Civil en los expedientes sancionadores abiertos contra la compañía desde el mes de septiembre de 2006, según informó el abogado de la Asociación General de Consumidores, José Herrero, que ejerce la acusación popular junto a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El presidente de Air Madrid y otros tres altos cargos de la extinta compañía están imputados por un presunto delito de estafa y fraude a los consumidores por continuar vendiendo billetes después de haber tomado la decisión y antes de anunciar la suspensión de actividades de la compañía. Tras Carrillo declaró la directora de Ventas, Silvia Avelar Bravo, y el director del departamento de Gestión, Juan Barjau. La declaración del cuarto imputado, el adjunto al presidente, Julio Miguel Martínez Sola, se trasladó al 27 de abril. Carrillo explicó que la decisión de cerrar la compañía se tomó el día 15, víspera del ultimátum puesto por Fomento que amenazó con la retirada de licencia, "para facilitar el trámite de las comunicaciones a las partes afectadas", ya que el 16 de diciembre "era sábado", explicaron fuentes jurídicas. El juez Grande Marlaska requirió a los imputados la entrega de diversa documentación, como contratos de alquileres de aviones y publicidad del mes de diciembre.