Se sospecha que había pactos con terceros para frenar a E.ON, pero ambos lo nieganPosibles denuncias por usurpar las funciones del consejo, con el objetivo de retrasar la opamadrid. El presidente de Endesa, Manuel Pizarro, tiene la artillería a punto para iniciar una guerra sin cuartel con Enel y Acciona. El objetivo es claro: retrasar al máximo la entrada de la italiana y la española en los órganos de Gobierno de la empresa, pero la decisión de atacar todavía no está tomada.Según fuentes consultadas, los equipos jurídicos de la eléctrica estarían trabajando en tres vías distintas para tratar de frenar la opa, que se presentará previsiblemente el próximo 12 de abril.La primera medida que estudia adoptar el Consejo de Administración de Endesa es presentar una denuncia para que la oferta de Enel y Acciona no se pueda presentar antes de seis meses. Es decir, que la eléctrica recogería los argumentos de la denuncia que E.ON presentó en el Juzgado de Nueva York por presentar información falsa y errónea a los reguladores por parte de Enel y Acciona. El propio presidente de la alemana, Wulf Bernotat, indicó que seguía pensando que la actuación de ambas empresas era ilegal pero que no se iba a querellar. En este mismo sentido, el Partido Popular solicitó la intervenión de la Fiscalía Anticorrupción por boca de su portavoz de Economía, Vicente Martínez Pujalte.La segunda vía, pero la más importante, en la que se está trabajando es en la concertación que supuestamente habría mantenido Enel y Acciona a través de fondos e instrumentos de inversión en títulos de Endesa y que le habrían otorgado el control de, al menos, el 63 por ciento del capital.La eléctrica se plantea denunciar este hecho en el Juzgado del Distrito Sur de Nueva York si consigue probarlo y, posiblemente, también en España.Enel lo niegaEnel, por su parte, negó tajantemente que controlara dicho porcentaje accionarial y se remitió a las comunicaciones hechas ante los reguladores sobre su participación.E.ON había presentado ya una queja en este mismo sentido ante la Comisión del Mercado de Valores cuando indicó que Acciona mantenía contactos con algunos inversores de Endesa, entre los que citaba a varios constructores que después lo desmintieron. La eléctrica cuenta en su haber con el listado de accionistas, después del retrato que supuso su junta de accionistas fantasma. En la petición judicial, en el caso de llevarse a cabo, Endesa podría reclamar la venta de dichas acciones así como una concertación para impedir el negocio de los implicados en esta operación. La denuncia sería similar a la presentada en un primer momento por el Partido Popular ante la CNMV sobre una concertación entre la Sepi y Enel.El último punto que está siendo analizado parte del acuerdo alcanzado entre Enel y Acciona con E.ON. Esta posibilidad sería la más complicada, ya que supondría arremeter contra la empresa alemana, que había sido fiel aliada desde febrero de 2006 cuando actuó como caballero blanco para frenar la llegada de Gas Natural. Según las fuentes consultadas, la denuncia se basaría en el perjuicio para los accionistas minoritarios por la ruptura de Endesa. Los activos a vender en la eléctrica son de alrededor del 7 por ciento. Por ello, la eléctrica denunciaría ya que el acuerdo de deshacerse de 7.000 MW a E.ON supondría una usurpación de las labores y funciones del Consejo de Administración.La operación de compra de Enel se iniciará el 12 de abril, porque no será necesario esperar a la liquidación de títulos. E.ON ha preferido el pájaro en mano que ciento volando y dejó al presidente de Endesa en una posición difícil. La eléctrica italiana tiene también sus bazas preparadas y confia en que Pizarro no tome ninguna de estas medidas, porque sería oponerse a dos de sus mayores accionistas.