Ambas entidades prefirieron vender su 10 por ciento antes que acudir a la opa madrid. E.ON sólo encontró un aliado en España y fue Caja Madrid. Ni las entidades alemanas Axa, ni Deutsche Bank, ni muchos de los pequeños accionistas, dieron su apoyo a la oferta de la eléctrica que preside Wulf Bernotat, herida de muerte desde que Enel y Acciona anunciaron su intención de lanzar una oferta conjunta sobre Endesa. La aseguradora Axa, que controlaba un 5,3 por ciento de Endesa, vendió ese paquete accionarial en bolsa entre la entrada en el capital de Acciona y la subida del precio de la oferta germana a 35 euros, la primera mejora del precio, según afirman fuentes del mercado. Por su parte, Deustche Bank declaró la pasada semana que su participación directa en Endesa ascedía sólo al 0,1 por ciento del capital. Entre fondos gestionados y participaciones de clientes, el banco alemán también sobrepasaba el 5 por ciento de Endesa en agosto del año pasado. Estos dos apoyos eran clave para las cuentas de E.ON, cuando confiaba en alcanzar un mínimo del 25 por ciento de la eléctrica española para aceptar los mandatos de venta de los accionistas que acudieran a su opa. Sin embargo, la realidad es que a falta de un día para que finalizara su opa sólo había conseguido la adhesión de entre un 16 y un 18 por ciento del capital, contando el equity swap de Caja Madrid, según las mismas fuentes de mercado.La retirada de la oferta de la germana, tras llegar a un acuerdo con hasta ahora rivales en Endesa deja sin efecto el acuerdo firmado la semana pasada con Caja Madrid, por el cual la entidad que preside Miguel Blesa cedía, a través de un contrato de equity swap, los derechos económicos a E.ON por un periodo de dos años, a cambio de asegurarse un precio de 40 euros por título durante ese periodo de tiempo. Mientras, Caja Madrid tendría los derechos políticos en la electrica que preside Manuel Pizarro, es decir, poder para votar por su participación en las juntas y ocupar sillones en el órgano de administración de Endesa. El grupo alemán ya comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que liberará a Caja Madrid del compromiso adquirido.Ya el pasado lunes, el día que el Consejo de Administración de la entidad que preside Miguel Blesa adoptó el acuerdo de suscribir el contrato de equity swap, la entidad financiera explicaba, en su comunicado al supervisor de los mercados, que la eficacia de la operación quedaba sometida a la condición de que E.ON mantuviera su opa, es decir, que aceptara su resultado aunque no alcanzar el 50 por ciento del capital.El acuerdo entre Acciona, Enel y E.ON deja en una posición muy incómoda a Blesa, que fue acusado por algunos de sus consejeros de plegarse a los intereses políticos del PP a la hora de defender aliarse con E.ON. La votación del órgano de administración de la caja reflejó esa división de los vocales del consejo, ya que la medida fue aprobada por 14 votos a favor y 7 en contra, el número de consejeros que tiene CCOO Madrid, PSOE y UGT.Ese día, en el comunicado la caja explicaba que la operación tenía como objetivo contribuir junto a E.ON a "la gobernabilidad de Endesa y al cumplimento de los compromisos que ya ha hecho públicos E.ON referentes al desarrollo del negocio energético de Endesa, mateniendo su integridad accionarial y su actual sede en Madrid". Ahora nada de eso vale. La caja se queda ahora, tras dieciocho meses en que su papel como propietario del 9,93 por ciento de Endesa fue muy relevante, fuera de juego. E.ON ya tiene un gran premio de consolación y Acciona y Enel, cuya participación conjunta más la de la Sepi supone la mayoría de capital en Endesa, no necesitan las acciones que atesora la caja para sus planes sobre la eléctrica.