La UE les da un mes para zanjar sus disputas y evitar una crisisbruselas. La Comisión Europea y los Ministros de Transportes de los 27 países de la UE lanzaron ayer un ultimatum a las ocho empresas que aspiran a gestionar de manera conjunta Galileo, la constelación de satélites que pretende competir con el sistema norteamericano GPS de navegación y posicionamiento. O se ponen de acuerdo antes del 10 de mayo, o los Gobiernos europeos comenzarán a plantearse soluciones alternativas como adjudicar provisionalmente la concesión a la Agencia Espacial Europea.Las ocho empresas son las españolas Hispasat y Aena, la franco-alemana EADS, la británica Inmarsat, las francesas Thales y Alcatel, la italiana Finmeccanica, y la alemana Teleop. Las empresas españolas han sido acusadas en las de provocar la parálisis del proyecto al intentar barrer para casa y aumentar los costes. España rechaza la acusación y admite que no hace nada que no estén haciendo el resto: rebañar poder y carga de tareas.En cualquier caso, el ultimatum es poco creíble. Primero porque si la puesta en órbita y la gestión de Galileo se le confía a la Agencia Espacial Europea, todos los gastos recaerán sobre los presupuestos públicos. Reino Unido y Holanda se niegan a renunciar a que se financie con fondos del sector privado.