La compañía Zoo estrena en Barcelona el ecléctico montaje 'Walking Oscar'Dentro de la actual ebullición vanguardista belga, el nombre de Thomas Hauert es muy popular. Después de bailar para la prestigiosa compañía Rosas, este bailarín y coreógrafo suizo-alemán emprendió aventura propia en 1998 fundando, en Bruselas, el colectivo Zoo, con el que inició experimentaciones. Seis creaciones han solidificado su lenguaje híbrido, que queda perfectamente definido en Walking Oscar, su más reciente producción, que esta semana aterriza en el Mercat de les Flors de Barcelona, en su segunda visita a Cataluña tras la presentación de su espectáculo anterior, Modify, en el festival que conduce en Terrasa la coreógrafa Ángels Margarit.Walking Oscar es una demostración de las infinitas posibilidades escénicas de un texto. A partir de un escrito del literato flamenco Oscar van den Boogaard, Hauert y sus intérpretes despliegan en escena toda una gama de posibilidades alrededor de las palabras, jugando con lo auditivo cuando el texto, por encima de la música, es leído en off y también visualmente con las palabras proyectadas sobre una pantalla, a través de la cual se suceden las acciones, creando un ámbito plástico y plural alrededor de un texto único. Si bien es cierto que está muy lejos de Broadway o el West End londinense, Walking Oscar tiene, en principio, los mismos elementos de un musical. Como la mayoría de los espectáculos de Zoo, éste también va a contracorriente. No es puramente danza. Tampoco teatro ni ópera. Tiene elementos del cabaret y del concierto de rock. Es una original amalgama de géneros al servicio de unas acciones, no siempre coherentes, que incluyen patinadores y personajes disfrazados de peluche, un espectáculo cuya esencia es que no la tiene. El espectador es bombardeado con el texto desde flancos totalmente distintos y de manera simultánea y caótica, lo que le atiborra de información y crea un contrapunto intencionado que se balancea entre la diversión y el desconcierto.Exploración del cuerpoLa voz y, en consecuencia el lenguaje, han adquirido una importancia fundamental en las piezas que ha montado Hauert, cuyo interés siempre ha apuntado hacia la exploración del cuerpo y sus funciones. Unos talleres que dictó en Maputo, Mozambique, le hicieron entrar en contacto con una manera distinta de abordar la danza y entender el movimiento, ideas que ha tratado de llevar a su propio lenguaje, caracterizado por el eclecticismo y por moverse fuera de cualquier convención.