El Ejecutivo europeo amenaza con llevar a España ante los tribunalesbruselas. El Gobierno español le acaba de dar a Bruselas con la puerta en las narices. Ayer cumplía el plazo dado por la Comisión Europea para que España retirara las condiciones que impondrá E.ON si finalmente logra controlar la española Endesa. Madrid se limitó a contestar con una carta de apenas dos folios que las trabas contra E.ON siguen en pie. Si el ejecutivo comunitario insiste en despejar el camino a la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por E.ON, no tendrá más remedio que abrir otro expediente a España y acudir con él y los otros ya acumulados en el último año por el mismo caso ante el Tribunal de Justicia de la UE.Más claro: agua. Pese a todo, el portavoz de Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, se limitó a mostrar su enfado porque Madrid tuvo el feo detalle de desvelar su respuesta a la prensa antes que a ella. Y recordó, era lo menos que cabía esperar, que "la Comisión Europea tiene la opción" de abrir un nuevo expediente contra España por violar el derecho comunitario. El póximo miércoles el Colegio de Comisarios tiene previsto lanzar una nueva batería de expedientes en general contra algunos de los veintisiete países de la UE. Una cuestión de principios El pulso entre Madrid y Bruselas ya está al margen de la operación empresarial. Las condiciones inicialmente impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la opa de E.ON imposibilitaban la operación. Pero una vez que el Ministerio de Industria se plegó a las presiones de Berlín y de Bruselas y las aligeró en otoño, la propia E.ON se dio por satisfecha.La pelea entre el ejecutivo español y el comunitario ya no es tanto para gestionar las pretensiones de E.ON sobre Endesa, sino un tema de reparto de poderes, que es lo que presumiblemente deberán resolver los jueces de la UE.