¿Le gustaría saber lo que piensa el índice más conocido de las bolsas españolas y qué deseos le pide a 2007? Pues pase y lea. Se lo mostramos en la siguiente entrevista*. Por Patricia Vegas y Pedro CalvoAtan sólo ocho días para que finalice el año, el principal índice español, el Ibex 35, vive su época más ajetreada, pero también la más pletórica. Después de subir más de un 30 por ciento en 2006 y alcanzar máximos históricos, está exprimiendo sus últimos minutos al máximo. Aunque todavía no ha alcanzado la mayoría de edad -tiene 17 años-, ya da grandes muestras de madurez: reconoce que el año que viene sus colegas europeos lo harán mejor que él porque están más baratos. P¿Esperaba un ejercicio tan animado, cargado de máximos históricos, récord de negociación y contratación?RLa verdad es que no, pero el mérito no es mío, sino de las 35 empresas que forman el equipo, que se han comportado como auténticos fenómenos. Los buenos resultados trimestrales, que han crecido a tasas superiores al 30 por ciento; los fuertes movimientos corporativos, que han tenido en vilo a la mayoría de las compañías, y el importante crecimiento español han permitido esta alegría bursátil. Gracias a mi equipo he podido subir un 30 por ciento en el año, alcanzar una capitalización superior a los 500.000 millones de euros y superar los 14.300 puntos, un nivel histórico.P¿Tiene algo en común este año con la euforia de finales de los noventa?R¡No! En absoluto. Los máximos alcanzados este ejercicio presentan una solidez de la que carecían los de hace seis años y que derivaron en la burbuja de Internet. La base de hoy es mucho más consistente, no sólo por los buenos resultados, sino porque las empresas tienen unos balances saneados que les han permitido ir de compras. Además, los bajos tipos de interés han estimulado que las operaciones se financien a un precio más reducido.PDe todos los días cotizados de este año, ¿con qué dos momentos se quedaría?REs difícil elegir, ya que ha tenido momentos inolvidables. Uno de los más importantes fue cuando conseguí rebasar los niveles de la burbuja tecnológica. Fue realmente relevante para mí, porque me permitieron superar aquellos días en los que nadie me quería. Además, algunas empresas todavía mantienen valoraciones atractivas. Pero este año recordaré el mal trago que sufrí en mayo, cuando perdí un 4,64 por ciento en un mes ante la posibilidad de que Estados Unidos siguiese subiendo los tipos de interés. Es bueno recordar también los retrocesos y tenerlos siempre en mente, ya que parece que el inversor se olvida rápidamente de ellos.PDespués de haber subido ya más de un 30 por ciento, ¿cree que todavía está barato?RNo podemos engañarnos y, sobre todo, hay que hablar con honestidad. Después de esta fuerte revalorización, nos quedamos con un PER (veces que el precio de la acción está incluido en el precio) de 14,5 veces, una cifra más elevada que nuestros competidores alemanes, que cotizan a 13,1 veces, o que nuestros homólogos franceses, que se encuentran en las 12,9 veces. Sin embargo, a mi favor cuenta que ahora nos encontramos por debajo de la media de los últimos diez años, que ronda las 15 veces. P¿Tiene fuerza todavía para vivir el próximo año revalorizaciones como este año?REs difícil, porque desde que toqué los mínimos de 2002, he subido más de un 130 por ciento y llevo tres años consecutivos de importantes avances. Creo que estaría contento si alcanzo los 15.000 puntos, que sería una subida anual cercana al 6 por ciento. Los analistas, que siempre son conservadores a principios de año, esperan que llegue a 14.912 puntos.P¿Qué sectores le podrían apoyar en esta escalada?RYo quiero a todos por igual, pero creo que los más fuertes en 2007 serán, sobre todo, los bancos y las telecomunicaciones. Un favorable entorno para su negocio, junto con un nuevo impulso de los movimientos corporativos en el sector serán los principales catalizadores para las entidades. Además, las telecos tienen una interesante retribución al accionista, que puede ser un gran aliciente. No debe olvidar un importante detalle: estos dos sectores tienen una gran influencia, ya que entre ambos suponen un peso de casi el 50 por ciento en mi comportamiento. P¿Cuáles le podrían dar la espalda?RAunque creo que no es bueno hablar mal de nadie, las inmobiliarias y constructoras podrían ser las más traicioneras. Han subido mucho, por lo que los precios a los que cotizan ahora son un poco injustificados. Además, la deuda de las constructoras está alcanzando límites bastante importantes y si hay un fuerte incremento de los tipos de interés serían las grandes perjudicadas. Esto provoca que 2007 pueda ser un año más complicado.P¿Cómo ve a sus 'colegas' europeos y estadounidenses?RMucho más saludables que yo. El fuerte sprint que he corrido este año me ha dejado agotado y sería bueno descansar, mientras que ellos todavía mantienen esta fortaleza y vitalidad en sus cimientos. De hecho, creo que el índice de la zona euro, el Euro Stoxx 50, podría subir hasta los 4.600 puntos, lo que implica una revalorización del 12,7 por ciento. En Estados Unidos, mi amigo el abuelo Dow Jones -al que felicito por haber cumplido 110 años en 2006- seguirá marcando máximos históricos.P¿A qué tiene miedo en 2007?RA muchos factores, pero sobre todo, a una fuerte subida de los tipos de interés en la zona euro. El alto endeudamiento que ha alcanzado mi equipo podría provocar fuertes recortes en las cotizaciones. Además, un importante incremento del precio del petróleo podría frenar la economía nacional y subir los costes de las compañías. Para que se haga una idea, una subida de 10 dólares del precio del crudo podría frenar el PIB en un 0,2 por ciento.(*) Aunque lógicamente se trata de una entrevista ficticia, las respuestas han sido extraídas de los comentarios de los analistas consultados y de los informes estratégicos elaborados por las firmas de inversión para 2007.