barcelona. Antonio Gómez, que por negocios viaja de Madrid a Tarragona varias veces por semana, ha sido el primer pasajero en apearse ayer del tren de alta velocidad 'pato', llamado así porque su cabeza tractora acaba en una forma semejante al pico de esta ave, que ha entrado en la estación del Camp, enclavada en el municipio de La Secuita, en Tarragona. Este viajero destacó la "rapidez y comodidad" del nuevo servicio de transporte que une Tarragona a Madrid a través de Lleida, y no ha dudado en afirmar que sustituirá el puente aéreo Madrid-Barcelona por el AVE, para ganar "tiempo y dinero y molestias, porque cuando llego a Barajas después de una hora de vuelo pierdo una hora más en buscar conexiones en un Madrid bloqueado por el tráfico". Ha tardado poco más de tres horas en llegar a la capital española. La inauguración ayer del tramo de la línea ferroviaria de alta velocidad que enlaza Lleida con Tarragona ha abierto la incertidumbre en los otros modos de transporte. ¿Quién competirá con el mejor precio si un directivo o un particular quiere viajar desde la ciudad imperial hasta la capital de España? La llegada del AVE a Tarragona procedente de Madrid significará la entrada en liza de un nuevo competidor al puente aéreo entre Barcelona y Madrid para numerosos directivos que van a hacer negocios a Madrid y viceversa en el mismo día. Actualmente, en la comarca del Camp de Tarragona, la conexión más rápida con Madrid se realiza con la línea aérea que explota Air Nostrum desde el aeropuerto de Reus. El viaje de ida y vuelta tiene un importe que se acerca a los 180 euros. La compra de un billete ida y vuelta en AVE cuesta unos 104,20 euros. Por lo que el tren entra en competencia directa con el puente aéreo si el usuario vive en Tarragona (situada a cien kilómetros de Barcelona, unos 90 del aeropuerto barcelonés de El Prat) y desea ahorrarse 80 euros y unos 12 euros por la autopista Pau Casals (la vía más rápida) y unos 10 si circula por la AP-2 hacia la capital catalana. Aunque si la opción de viajar en avión se lleva a cabo desde el aeropuerto de Barcelona, el usuario podrá encontrar unas tarifas mucho más competitivas, de hasta 20 euros el trayecto de ida y vuelta, frente a los casi 220 euros que puede costar el billete de puente aéreo en clase turista. Por lo que viajar a Madrid desde Tarragona puede resultar una importante rebaja inicial en el precio del trayecto, a la que deberá sumarse el desplazamiento hasta Barcelona si el destino final es la capital catalana y, tal vez, el aparcamiento para el coche particular previo pago en el aeropuerto de El Prat. Si se viaja desde Tarragona a Barcelona en tren de Renfe el billete puede llegar a los 15 euros. Si actualmente el AVE se convierte en una interesante alternativa al avión, la competencia más feroz se producirá a partir de 2007, cuando quede fijada la explotación de la línea de Alta Velocidad desde Madrid hasta Barcelona-Sants. A partir de entonces también se prevé que aumente la velocidad por la que deberán circular los trenes de Alta Velocidad y se conecte con Madrid en cinco horas. Así pues, seguro que la llegada del AVE a la capital catalana también aumentará la competencia comercial entre el avión y el tren. Después de la apertura comercial de los noventa kilómetros de vía del tren que unen Lleida con la estación de Tarragona, además de la conexión hasta Barcelona, el próximo reto en infraestructuras ferroviarias es la materialización del proyecto del Corredor del Mediterráneo. Precisamente, cabe destacar que el Gobierno ha concluido la adjudicación administrativa de la línea del Corredor del Mediterráneo. Para que sea posible el ente público Adif ha aprobado una inversión de 23.400 millones de euros hasta 2010, que se invertirán en estaciones y terminales de mercancías. Con ello, el tren se convertirá en un serio competidor con el puente aéreo.