Retoman sus planes para adquirir las autopistas y aeropuertos de la constructoramadrid. Sin prisa, pero sin pausa, Abertis y ACS han retomado los asuntos que quedaron pendientes por la fusión con Autostrade. Cuando ambos se embarcaron en esta operación, el pasado 23 de abril, prefirieron dejar en vía muerta la venta de los aeropuertos y autopistas que posee la constructora. Un proyecto que ahora, tras aparcar sus planes en Italia, han vuelto a poner sobre la mesa.Fuentes cercanas a la operación han confirmado que ACS está muy interesada en desprenderse de estos activos cuanto antes y cedérselos a Abertis. De hecho, estuvo a punto de cerrarla justo antes de que la concesionaria catalana se embarcara en su proyecto de fusión con Autostrade. Un matrimonio que el miércoles quedó aparcado hasta más adelante, ante las innumerables trabas que ha puesto el Gobierno de Romano Prodi a la operación.Motores en marchaEste cambio de escenario ha vuelto a calentar los motores de ACS. La constructora aspira a cerrar en breve la venta de los aeropuertos que posee en Latinoamérica, cuyo principal estandarte es el Grupo Aeroportuario del Pacífico, que gestiona doce aeródromos en México. En esta sociedad, la constructora está aliada con AENA (gestor de los aeropuertos españoles), matrimonio que repiten en el aeródromo colombiano de Cali. Además, AENA es socio de Abertis en TBI, empresa británica que adquirieron el año pasado y que les dio el control del londinense Luton.Esta triple alianza facilita los planes de ACS, que podría cerrar la venta de sus aeropuertos latinoamericanos en el primer trimestre de 2007. La constructora quiere ceder primero estos activos y, posteriormente, embarcarse en la venta de sus autopistas, una operación más compleja, por el elevado precio que está pidiendo.A principios de año, ACS encargó a Lazard que valorara las concesiones que tiene en Chile, Portugal, Reino Unido, Irlanda y Sudáfrica. Entonces, el banco de negocio valoró en mil millones de euros a esta cartera. Una cifra demasiado elevada para las pretensiones de Abertis, pero que despertó el interés de varias entidades financieras y algunos constructora. Al final, sólo pasaron a la puja definitiva Caja Madrid, Macquarie, Santander y Abertis.Aunque los bancos parecen dispuestos a pujar más alto, ACS prefiere inyectar sus autopistas al grupo dirigido por Salvador Alemany. Lógico, teniendo en cuenta que siempre lo ha hecho así. De hecho, el modus operandi de la constructora consiste en levantar las autopistas y, posteriormente, vendérselas a Abertis para que la gestione. Además, ACS es el primer accionista de la concesionaria catalana, con el 24,8 por ciento del capital.Con la venta de estos activos, la constructora presidida por Florentino Pérez, conseguirá importantes plusvalías, que podrá utilizar en sus nuevas aventuras energéticas, tanto en Unión Fenosa como en Iberdrola. Dos fuertes apuestas que también ayudan a comprender el interés de ACS por desprenderse de aeropuertos y autopistas.