Las empresas privadas denuncian que no tendrá capacidad sancionadoramadrid. El Ministerio de Fomento no está dispuesto a ceder sus competencias sobre la regulación del sector postal. Si todo sale como está previsto, a partir del 1 de enero de 2009 la liberalización del mercado será total en la Unión Europea - Correos controla todavía en régimen de monopolio todos los envíos interurbanos de menos de 50 gramos- y el Gobierno quería crear un regulador independiente para garantizar la competencia frente al operador público. El Ministerio de Economía pretendía que fuera algo parecido a la Comisión Nacional de la Energía o la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Con recursos y plenas competencias sobre el sector desde el próximo 1 de enero. Pero no será así. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se ha salido con la suya y ha logrado que éste, al contrario que otros organismos similares, no tenga capacidad sancionadora. "¿El regulador postal?. Eso lo tenéis que hablar con Correos", responden en el departamento de Comunicación de Fomento cuando les preguntan por el tema. El nuevo órgano, además, no empezará a funcionar hasta 2007.Los privados reaccionanAsempre, la asociación que defiende los intereses de las compañías privadas, se muestra satisfecha por la creación del regulador, aunque avisa de que vigilará muy de cerca todo el proceso. "Hemos presentado ya varias alegaciones al proyecto inicial", asegura Juan Piqueras, secretario general de la patronal. Según dice, "queremos es un órgano independiente, económica y funcionalmente y el que se va a crear no tendrá compentencias suficientes. Entre otras cosas, Fomento mantendrá la capacidad sancionadora". Hasta ahora, la única experiencia en Europa de un regulador independiente es la del Reino Unido. El Potcomm (Postal Services Commission) lleva ya varios años en funcionamiento y ha demostrado su eficacia. "Nos hubiera gustado que se extrapolara a España el mismo modelo que se ha seguido en Reino Unido", reconoce Piqueras. Otra cosa será lo que piense Correos. De momento, los operadores postales de 10 estados de la UE, entre los que se encuentra Correos, ya han expresado su rechazo a la propuesta de liberalización tal y como la ha planteado Bruselas.