Unos 600 trabajadores de Ence y empresas auxiliares se manifestaron ayer por las calles de Madrid, hasta llegar al Congreso de los Diputados, para rechazar un posible cierre o traslado de la fábrica situada en la Ría de Pontevedra. Entre gritos de "¡Ence sí, Sánchez no!" y petardos y ruidos de bocinas, en la marcha participaron trabajadores de la citada fábrica, pero también de empresas auxiliares, de otras sedes de Ence y transportistas, que ayer iniciaron con 165 camiones y unos 130 vehículos ligeros su marcha desde el parque de Begonte (Lugo) y Asturias. Frente a las puertas del Congreso, la presidenta del comité de empresa de las oficinas de Ence-Pontevedra, Ana Cedeira, criticó que un posible traslado no era posible técnicamente. "Esta biofábrica necesita una serie de condiciones técnicas que solo se dan en su ubicación actual, y que no existen en otra parte de Galicia. Nos condenan al cierre", afirmó.La protesta tiene lugar contra la decisión del Gobierno de no defender ante la Audiencia Nacional la prórroga de la actividad de la fábrica de Ence en Pontevedra, concedida por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, entonces en funciones, en 2016. En concreto, el escrito presentado por la Abogacía del Estado señalaba que la prórroga dada en enero de 2016 no fue "conforme a derecho". Sin embargo, según de-fienden la empresa y la propia Cedeira, la biofábrica de Pontevedra es sostenible, eficiente, rentable y cumple todas las leyes me-dioambientales.