Industria adopta una posición dura con respecto al futuro del sector del carbón, recortando las ayudas que su extracción absorbe. Los consumidores no pagarán más de 405 millones de euros en los próximos tres años para sostener una actividad que se encuentra en fase terminal. Es cierto que la agonía se ha prolongado durante décadas, con cargo al recibo energético, hasta el punto de que, desde 1990, son más de 20.000 millones los inyectados en las minas.
Sin embargo, el momento elegido por el ministro Soria, justo después del 24-M para meter tijera, tiene visos de que responde a una demostración de fuerza ante el barón popular que gobierna la autonomía más minera, Castilla y León, quien ha lanzado un desafío político al presidente Rajoy.