Tras los ajustes de 2012, la carga de trabajo parece asegurada en el sector automovilístico para 2013. Las fábricas españolas atraen nueva inversión, como el nuevo Opel de Figueruelas o el nuevo Ford Mondeo de Almusafes con rebajas salariales, menos plantilla, flexibilidad y competitividad. Es la forma utilizada para contrarrestar la caída del consumo y la recesión en la UE, que inciden negativamente sobre el volumen de compra. Las ventas en el mercado interior no han caído más gracias a las ayudas a la compra por parte del Estado para turismos y vehículos industriales. El panorama, aunque más optimista, no está despejado del todo y algunas factorías siguen planteando ERE temporales y capean la crisis gracias a su desarrollo tecnológico y a su flexibilidad laboral.