No hay mal que cien años dure. O al menos eso es lo que está experimentado Iberdrola. Desde que se aprobase la reforma energética el año pasado, las eléctricas españolas han tenido que hacer frente a importantes recortes, tanto en sus beneficios como en las valoraciones que los analistas vierten sobre ellas. Un panorama que está comenzando a cambiar.
Sí, es cierto que los títulos de Iberdrola todavía cuentan con una recomendación de venta, pero también lo es que según el consenso de mercado que recoge Bloomberg, no contaba con tantos consejos de compra desde que se aprobó la nueva regularización. Así, ahora un 32,4% de los expertos que la siguen recomienda adquirir sus títulos, el porcentaje más elevado desde junio de 2013.