El Dax 30 ha coqueteado con los máximos históricos, pero los malos datos económicos de la última semana pueden advertir una ralentización de su economía.
La sólida economía alemana parece notar la crisis europea en sus propias carnes. Los últimos datos macro cosechados por el país advierten de una ralentización de la actividad económica del país, incluso una posible caída intertrimestral a terreno negativo de su PIB. Al menos ésta es la percepción que se extrae de los últimos sondeos realizados en el país. La encuesta del ZEW (Centro para Investigación Económica Europea) sobre la situación económica en el país cayó inesperadamente hasta 9,2 puntos, cuando los analistas esperaban un avance hasta 14 desde los 13,6 puntos conseguidos en el mes de marzo. También el IFO (Instituto de Investigación Económica) ha recogido un deterioro en las condiciones económicas del país. La encuesta publicada el miércoles refleja una caída de la confianza empresarial de 106,7 a 106,2 puntos en abril.