Esta semana hemos visto un castigo al crudo que ha sido especialmente duro en el caso del Brent. Los temores sobre la economía mundial y, por tanto, sobre la demanda están de nuevo sobre la mesa.
Los efectos de los preocupantes datos que se han publicado esta semana en países como EEUU (principalmente sobre el consumo), la alerta sobre las perspectivas de crecimiento de Alemania y la advertencia de la agencia Fitch sobre la salud financiera del gran rescatado de la zona euro, Grecia, no sólo se han notado en las bolsas. Activos como el crudo han sufrido mucho en las últimas sesiones.
Las perspectivas de demanda de oro negro empeoran cuando lo hace la economía mundial. Y esta semana la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja en 250.000 barriles de petróleo diarios su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2014, que se sitúa así en 92,4 millones de barriles al día. Así, espera el menor incremento del consumo anual desde 2009.
El barril de referencia en Europa terminó la semana pasada por encima del nivel de los 90 dólares, pero en sus peores momentos esta semana, concretamente en la sesión del miércoles, marcó un precio de cierre de 83,7.
Así, aunque los recursos más castigados con diferencia en los últimos cinco días han sido las tripas de cerdo (se han desplomado un 16%) y metales como el níquel o el plomo (con descensos del 5 al 7%), el Brent se ha ganado un puesto entre los más bajistas, con una caída superior al 4%. A duras penas, y gracias sobre todo al rebote de hoy, ha logrado conservar los 86 dólares. En lo que va de 2014, de hecho, este barril aparece entre los recursos más bajistas: cotiza un 22% por debajo del precio con el que comenzó el año.
Tal ha sido el castigo del petróleo que incluso estos días hemos señalado que, aquellos inversores que lo desearan y tuvieran el perfil adecuado podían plantearse una operativa bajista, aunque en este caso sobre el barril WTI, en caso de rebote a la zona de 83/85 dólares (está ya sobre el primer objetivo marcado).
Estratégicamente, en Ecotrader seguimos fuera del mercado de materias primas.