La divisa europea sumó más de un 1,5% el viernes, lo que dejó una rentabilidad semanal cercana al 2%. Saltó en un sólo día de los 1,11 dólares hasta los 1,13, impulsado por la debilidad que experimentó el dólar estadounidense ese día.
La libra y el billete verde fueron las dos monedas más bajistas de la semanas. El viernes fue un día negro para el dólar, que sufrió en sus carnes el mal dato de empleo que se publicó en Estados Unidos. La moneda experimentó la caída más fuerte en un día frente al euro desde el pasado mes de diciembre.