La moneda británica ha estado luchando por recuperar terreno en las últimas semanas, pero los bajistas siguen jugando su papel y la libra ha vuelto a perder los 1,30 dólares. De hecho, ya está apenas a un 0,4% de revalidar su mínimo de los últimos 31 años.
Si bien la jornada negra más reciente para la libra esterlina fue la posterior al sí de los británicos al divorcio de la Unión Europea (cedió más de un 8% en su cruce contra el dólar), no fue la que la llevó a tocar suelo. En este sentido, la divisa, que no perdía el nivel de los 1,30 dólares desde 1985, marcó mínimos a principios de julio al caer hasta los 1,2908 dólares como antesala de la reunión que tenía prevista el Banco de Inglaterra unos días después y en la que, pese a la mayoría de previsiones, no se tocaron los tipos de interés.