La divisa europea ha experimentado su mejor semana desde el pasado mes de mayo ya que no se estima que la Reserva Federal incremente los tipos, lo que la ha impulsado hasta los 1,11 dólares.
Los bancos centrales vuelven a ser los encargados de lo fuertes movimientos que están experimentando las divisas en los cinco días que llevamos de mes. Así, el euro ha vuelto a intercambiarse por 1,11 dólares, algo que no pasaba desde el pasado mes de octubre, tras rebotar frente al billete verde un 2,8% en la semana, sus mejores cinco días desde el pasado mes de mayo. La causa: los expertos no consideran que la Reserva Federal estadounidense vuelva a incrementar los tipos en este ejercicio.