Agosto ha sido un mes convulso para las divisas. La triple devaluación del yuan y el 'crash chino' han movido el mercado de divisas. El euro ha logrado cerrar agosto en los 1,12 dólares, el nivel más alto desde abril, tras subir más de un 2,2% durante el mes.
En agosto la divisa única se ha apuntado un avance del 2,23% frente al dólar. El euro inició el mes en los 1,09 dólares y siguió subiendo hasta conquistar los 1,16 dólares el 24 de agosto, el mismo día en el que las bolsas mundiales sufrieron el lunes negro, que en el caso del Ibex fue la caída más fuerte que se vio desde el año 2012.
La aprobación del tercer rescate a Grecia devolvió la estabilidad a la moneda europea, después de algunas semanas de incertidumbre. La devaluación del yuan y la caída des las bolsas, así como el aplazamiento de la subida de tipos en Estados Unidos auparon al euro hasta los niveles de abril.
Así, ha concluido el octavo mes de 2015 subiendo frente a sus principales competidoras y solo el yen ha conseguido revalorizase frente al ella. No obstante, como apuntan desde Bloomberg, el comportamiento del euro es cada vez más parecido al de la moneda nipona y la correlación entre ambas se ha colocado en su nivel más alto desde principios de 2007, lo que refleja cómo la divisa europea ha sido este mes un refugio frente a los descensos de otros activos.
Por su parte, el dólar ha terminado con un comportamiento mixto. El billete verde no ha conseguido alcanzar a monedas como el yen, el euro, la corona danesa o la sueca. Por el contrario, se ha impuesto a la libra esterlina, al franco suizo y a las divisas commodity.
Los inversores siguen pendientes de una posible subida de tipos de interés por parte de
El Bloomberg Dollar Spot Index (índice que monitoriza los cruces del dólar con sus principales competidoras) también refleja este comportamiento. El indicador ha caído en el mes de agosto a los 1.207,95 puntos.
Por su parte, monedas como el kiwi neozelandés, el aussie australiano o la corona noruega han registrado los peores comportamientos entre las diez divisas más cotizadas del mundo. La caída de los precios en el mercado de materias ha arrastrado a estas monedas que dependen de las materias primas.