Madrid, 26 oct (EFECOM).- Los sindicatos CCOO, UGT y USO enviarán a su máximos representantes al congreso constituyente de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que se celebrará en Viena del 1 al 3 de noviembre para crear esta central mundial, que representará a más de 200 millones de trabajadores.
En un comunicado, CCOO informó hoy de que enviará a una delegación encabezada por su secretario general, José María Fidalgo, y el secretario de Acción Sindical Internacional, Javier Doz, mientras que por parte de UGT acudirá al congreso su secretario general, Cándido Méndez.
La delegación de USO estará encabezada por el secretario general de la organización sindical, Julio Salazar, y el presidente, Manuel Zaguirre.
Según los sindicatos, la nueva Confederación, que se declara unitaria y pluralista, será un instrumento mejor y más representativo del movimiento sindical para enfrentarse a los retos que la globalización plantea al mundo del trabajo, ya que coordinará las luchas para generalizar los derechos sindicales y el "trabajo decente" en los sistemas de producción globales.
El congreso constituyente elegirá al Secretario General de la nueva Confederación y al Consejo General, que a su vez nombrará un Comité Ejecutivo compuesto por 25 miembros.
El Consejo General tendrá 79 miembros, de los que 70 representarán a las organizaciones afiliadas; 7 serán nombrados a propuesta del Comité de mujeres y 2 por el Comité de jóvenes.
El presidente de USO, que tendrá un representante en el Consejo General, considera que la creación de la CSI será "muy positiva", ya que "un movimiento sindical dividido es una apuesta por el fracaso del sindicalismo".
En la constitución de la nueva Confederación Sindical Internacional (CSI) participarán más de 2.000 delegados en representación de 350 confederaciones sindicales nacionales que, a su vez, representarán a más de 200 millones de trabajadores de 180 países.
En su declaración de principios, incluida en los Estatutos, la CSI "asume la tarea de combatir la pobreza, el hambre, la explotación, la opresión y la desigualdad mediante las acciones internacionales impuestas por las condiciones de la economía globalizada, y para una gobernanza democrática que tenga en cuenta los intereses de los trabajadores y trabajadoras, que considera más importantes que los del capital."
La nueva Confederación considera "que el respeto universal de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y el acceso al trabajo decente resultan indispensables para un desarrollo justo y sostenible" y se compromete a promover y actuar para la protección de la democracia en todo el mundo.
La nueva CSI agrupará tanto a las centrales nacionales que no cuentan con una afiliación internacional como a las procedentes de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y la Confederación Mundial del Trabajo (CMT), que se han disuelto. EFECOM
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