
Paul De Grauwe, economista y profesor de la London School of Economics, y experto en política monetaria sostiene que "el nacionalismo catalán y el del Brexit son del mismo tipo". Además, ha criticado con dureza la actuación policial el 1 de octubre en Cataluña: "Mariano Rajoy decidió estúpidamente usar la violencia".
Este economista belga señala en su blog personal que la opción más inteligente hubiera sido plantear un referéndum legal "y pacífico que probablemente hubiera tenido un resultado similar al de Escocia".
"Sin embargo, Cataluña y España están en una colisión, una situación que se podría haber evitado si el presidente de España no hubiera sido víctima del dogmatismo y del grado de nacionalismo que ha igualado la versión del nacionalismo catalán", destaca el profesor De Grauwe.
Más allá de los errores cometidos en los últimos días, "no podemos alejarnos de la realidad. Los catalanes no son un pueblo oprimido. Ellos gozan de un elevado grado de autonomía. Pueden organizar su propio sistema educativo en su propia lengua. No existen obstáculos culturales para el desarrollo de Cataluña, es la comunidad más próspera de España. Barcelona es una ciudad bulliciosa como ninguna otra en España, los catalanes son escuchados a nivel regional, nacional y europeo", asegura el profesor de la London School of Economics.
"El nacionalismo catalán es del mismo tipo que el nacionalismo británico que ha concluido en el Brexit. Se basa en una serie de mitos", concluye De Grauwe.
La serie de mitos que comparten
El primer mito para este economista es la existencia de un enemigo externo. En el caso de los defensores del Brexit el enemigo son las autoridades europeas, en el caso de Cataluña es el supuesto "Gobierno opresor".
"El segundo mito es que la gente que lucha por la independencia han definido claramente su identidad". En estas regiones, los que no defienden la independencia de Cataluña o el Brexit son calificado de poco patriotas.
"El tercer mito es que la independencia generará una gran prosperidad económica... la realidad es que la globalización ya ha socavado la soberanía nacional", sentencia el economista belga.
"Llegamos a la siguiente paradoja producto del mundo globalizado: cuando los nacionalistas buscan una soberanía mayor y formal, lo que logran es una soberanía inferior para el pueblo. Ellos quieren recuperar el control, pero terminan con menos todavía. Eso es lo que terminará con el Reino Unido. Eso es lo que lograrán los nacionalistas catalanes si persiguen sus sueño nacionalistas", explica en su blog el experto belga.
Para finalizar, De Grauwe destaca que "esta paradoja tiene un resultado: cuando los países europeos renuncian a su soberanía forma, esto conduce a una mayor soberanía real para los pueblos de Europa".