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Economía

Microdosing en el trabajo: ¿somos más productivos con LSD?

  • Adeptos a la práctica describen una mayor creatividad y concentración
  • No hay estudios sobre los efectos de las microdosis a largo plazo
Imagen: Dreamstime.

Drogas y trabajo son dos conceptos que tradicionalmente van ligados a otro más: despido. El consumo de estupefacientes en la oficina no está considerado una práctica deseable ni responsable en la mayoría de compañías del mundo -filmes como El lobo de Wall Street nos recuerdan que no siempre, ni en todos sitios, ha sucedido así-. Sin embargo, una nueva moda que ha calado en Silicon Valley a lo largo de este año podría poner patas arriba esta idea que antes parecía de sentido común.

El microdosing, o lo que es lo mismo, tomar sustancias psicotrópicas en cantidades ínfimas con regularidad, ha sido popularizado por el psicólogo James Fadiman, pionero de una práctica que quedó descrita con todo lujo de detalles en el libro A Really Good Day, firmado por Ayelet Waldman y convertido en bestseller en EEUU en el año 2016. Fadiman describe los efectos beneficiosos de consumir dosis de entre 8 y 15 microgramos de sustancias como LSD o 'setas mágicas' cada tres o cuatro días -supone una décima parte de una dosis individual-. Mayor concentración y claridad, mejor humor y el aumento de la creatividad son algunos de los efectos que acompaña el microdosing.

Enfermos y trabajadores bajo presión

El hábito está calando, especialmente, entre dos grupos: personas aquejadas de enfermedades -sobre todo, mentales-, y trabajadores de empresas tecnológicas sometidos a alta presión. Empleados de Silicon Valley 'enganchados' al microdosing alude a la mayor creatividad, concentración y energía que consiguen para mejorar su actividad profesional durante la jornada. Pero como toda moda, no se ha quedado reducida a este grupo de profesionales, y ya ha saltado a otros países y a cualquier tipo de oficina.

En Reino Unido, publica BBC News, el microdosing se está convirtiendo en algo popular. Un trabajador británico adepto describe" la sensación de calma y la relajación derivada de la concentración". La mejora en la experiencia del sueño, que da lugar a una mayor lucidez, a sensaciones de felicidad y estar descansado, suele ser otro de los beneficios con más coincidencias entre los que han probado la práctica.

Sin embargo, este método, que se apoya en normalizar el consumo de sustancias consideradas ilegales en múltiples legislaciones, está envuelto en la especulación. La falta de estudios sobre las consecuencias de la toma en pequeñas cantidades de psicotrópicos y las investigaciones antiguas en relación al LSD, sin utilizar placebo ni grupos de control, han dado la voz de alarma.

El desconocimiento científico sobre las consecuencias que podría tener el microdosing a largo plazo es completo, y la ausencia de evidencias deja en tierra de nadie las experiencias que cientos de usuarios han reportado en la web creada por James Fadiman para comprender mejor los efectos de los alucinógenos en microdosis. Por este motivo, y ante el reciente 'soufflé' de esta práctica en los lugares de trabajo, la comunidad científica y los medios de comunicación se han aliado en un llamamiento a la prudencia y a la investigación profunda con todas las garantías sobre lo que supone, hablando en plata, drogarse en el trabajo.

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