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Economía

Ros (UGT) augura más conflictividad y movilizaciones contra la precariedad

Barcelona, 23 ago (EFE).- El líder de UGT en Cataluña Camil Ros augura un curso político en el que la conflictividad irá creciendo hasta desembocar en grandes movilizaciones contra la precariedad laboral, que ayudarán a impulsar desde la calle "mayorías de oposición" para derogar la reforma laboral.

En una entrevista a Efe, Ros advierte que estamos ante "un otoño, un invierno y una primavera calientes" en términos de conflictividad laboral y de movilización ciudadana al encontrarnos en un mercado laboral en el que domina la precariedad y en el que "la explotación laboral es legal", pese a que el discurso oficial anuncia una "teórica salida de la crisis".

El secretario general de UGT en Cataluña asegura que la crisis "se ha convertido en una estafa para muchos trabajadores", sobre todo por la devaluación salarial que atribuye a la reforma laboral, lo que "hace crecer el clima social de enojo".

"Si a esa estafa le sumas que la negociación colectiva está estancada, que cada trimestre hay una industria que plantea un expediente temporal o de extinción y que podemos tener un gobierno del PP con apoyo de Ciudadanos que se reafirme en la reforma laboral, es evidente que tendremos un otoño, un invierno y una primavera calientes", ha augurado.

Ante esta situación, Ros prevé movilizaciones que irán "in crescendo" en función de las políticas que lleve a cabo el PP, si finalmente Mariano Rajoy consigue la investidura como nuevo presidente del Gobierno.

A su juicio, "los que auguran que con Rajoy de presidente habrá estabilidad política deberían saber que lo que seguro que habrá es más conflictividad y precariedad laboral porque no hemos oído hablar de cambios en la legislación laboral, Bruselas amenaza y el ejecutivo va metiendo la mano en el fondo de las pensiones para justificar una reforma del sistema de financiación".

Ros, que sustituyó el pasado abril al histórico Josep Maria Álvarez al frente de la UGT en un tándem que conforma con Matías Carnero, asegura que las movilizaciones serán cada vez de mayor envergadura y podrían llegar a adoptar la forma de una huelga general.

Además de encauzar el descontento ciudadano por la "falsa" salida de la crisis, el dirigente sindical está convencido de que la protesta en la calle servirá también para "presionar" a los partidos de la oposición para que lleven al Parlamento iniciativas como la derogación de la reforma laboral.

En esta línea, ha subrayado que, si el margen para derogar la reforma es cada vez más estrecho desde el gobierno, "se tienen que generar otras mayorías, como son las mayorías de oposición".

"El mapa político fragmentado nos debe permitir condicionar el voto de los partidos desde la movilización. Los salarios se tienen que recuperar, tiene que haber una renta mínima para que los ciudadanos puedan salir de las condiciones de pobreza. Si no se materializa por la vía de gobierno, se debe hacer por otra vía", ha insistido.

En este sentido, ha subrayado que "la presión a los partidos y la movilización son las nuevas herramientas", una vez que da por "obsoleta" la vía del diálogo social a través de las mesas de negociación con el ejecutivo.

Camil Ros asegura que la labor ahora de los sindicatos, desde la unidad de acción, es conseguir que esa presión a los partidos sea fructífera y admite que, en Cataluña, a las centrales les toca movilizar a favor de la derogación de la reforma laboral tanto a los partidos de izquierda como al Partit Demòcrat Català, la antigua Convergència, que precisamente votó a favor de esta ley.

El dirigente sindical lamenta los meses de inactividad en la acción de gobierno tanto en Cataluña como en España debido a las consecutivas convocatorias electorales. "En la política catalana y en la española convendría una moratoria de elecciones para tener un debate político y no sólo de estrategias electorales", ha dicho.

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