La pregunta de esta Semana Santa: ¿elecciones o Gobierno? Después de la 'no investidura' de Pedro Sánchez y su negativa a Mariano Rajoy, sólo queda una alternativa para formar Gobierno: que Podemos facilite otra investidura socialista, absteniéndose o entrando en el Ejecutivo.
Si fueran racionales eso sería lo más probable. Las encuestas para unas nuevas elecciones dan caída para Podemos, subida para Ciudadanos y mantenimiento para PP y PSOE; sin contar cerca de un millón de votantes conservadores que se abstuvieron el 20-D y puede que ahora, a la vista del desastre, voten al PP o Ciudadanos.
Para Pablo Iglesias empeoran las perspectivas ¿por qué no cerrar antes un acuerdo lo más favorable posible? Más vale vicepresidencia en mano que presidencia volando. Pero en política los compromisos cuentan. El más importante ahora es el referéndum de autodeterminación en determinadas autonomías. Podemos está a favor. El PSOE, en contra.
Cuando los aspectos vitales para una parte de la negociación están en contra de los de la otra parte, o se aparca el tema para futuras negociaciones; o se encuentra una fórmula imaginativa que resuelva el dilema por elevación; o se rompe el acuerdo ¿dejarlo para la reforma constitucional, que el PP bloquearía con su posición en el Congreso y Senado? Aunque se consiguiera una solución, Ciudadanos no podría entrar en el juego de los referendos, y tampoco sería fácil; habría que conseguir la abstención o la ausencia de los independentistas en la investidura en segunda vuelta. Dicen que el secretario general del PSOE tiene prisa por sentarse en Moncloa, porque aventura que 'nunca mejor que ahora'.
Barrunto que Iglesias tiene las mismas. Pero si Sánchez tiene que batallar con los barones y los veteranos socialistas, el líder de Podemos debe manejar a unos aliados radicales en este campo. ¿Quién ganará, la razón o el corazón? Ya dijo Pascal que "el corazón tiene razones que la razón no entiende".