
A mediados de julio, Detroit una de las mayores ciudades de Estados Unidos y centro de la industria automovilística la ciudad, se declaraba en suspensión de pagos, con una deuda que ronda los 15.000 millones. Este viernes, la Casa Blanca anunciará una ayuda federal de 300 millones de dólares a la ciudad para que inicie proyectos de rehabilitación y seguridad pública, según informa el diario local Detroit News.
Parte de los fondos ya han sido garantizados a la ciudad, aunque este nuevo anuncio, en el que participarán varios departamentos federales, acelerará las asignaciones y habilitará nuevas partidas.
Este viernes se reúnen en Detroit el gobernador de Michigan, Rick Snyder, el alcalde de Detroit, Dave Bing, y el secretario de Justicia, Eric Holder, entre otros, para detallar los planes del rescate.
Los fondos incluyen más de 100 millones de dólares para proyectos de rehabilitación de vecindarios y demolición de edificios abandonados, así como 140 millones de dólares del Departamento de Transporte para mejorar los medios de transporte públicos.
Las ayudas incluirán 30 millones de dólares para seguridad pública, 3 millones para contratar más policías, programas antiviolencia y 25 millones de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) para reforzar los servicios de bomberos.
La ciudad de Detroit declaró en julio la mayor bancarrota municipal de la historia estadounidense tras una década de deuda creciente y población menguante en medio de la profunda crisis industrial que atraviesa.
"Es un paso difícil, pero la única opción viable para abordar un problema que lleva décadas gestándose", decía el congresista Republicano Rick Snyder, que daba el visto bueno a la solicitud de concurso de acreedores presentada por el gestor de urgencia Kevyn D. Orr.
El hundimiento municipal ha llevado los gastos al mínimo imprescindible, lo que ha provocado que la que fuera una de las capitales más boyantes del mundo no pueda responder a los incendios y los servicios de transporte público o ambulancias tarden más del doble que en el resto del país.
La 'capital del motor' lleva en caída libre desde los años noventa y, tras nefastas gestiones de alcaldes, a las que se sumó la crisis financiera de 2008, terminó por suspender pagos.
La ciudad ha perdido un 60% de su población desde los años cincuenta, hasta quedar en unos 700.000 habitantes. Solo entre 2000 y 2010 experimentó la salida de un cuarto de sus habitantes, con partes enteras convertidas en barrios fantasmas.