El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha señalado en su intervención en el Parlamento alemán que el nuevo programa de compra de bonos de países con problemas que anunció el mes pasado la institución no compromete la independencia del organismo, ni crea "excesivos riesgos" para los contribuyentes ni hará que se dispare la inflación.
Draghi también ha señalado que al intervenir de forma limitada y con condiciones en el mercado secundario, el BCE no va a violar la prohibición de los bancos centrales de prestar dinero directamente a los gobiernos.
Por el contrario, las intervenciones que forman parte del programa denominado Operaciones Monetarias Directas (OMT en inglés) "están diseñadas para enviar un mensaje claro a los inversores de que sus temores en torno a la zona euro no tienen fundamento", ha precisado.
El presidente del BCE ha subrayado que antes de anunciar el programa OMT se analizaron "muy cuidadosamente" los posibles riesgos y se diseñaron las formas de minimizarlos, aunque ha reconocido que es consciente de que existen en Alemania personas que aún tienen dudas sobre el impacto de la política del BCE.
Ante estas preocupaciones, Draghi ha insistido ante los parlamentarios alemanes en que las OMT no supondrán una "financiación encubierta de los gobiernos", ya que solo tendrán lugar en los mercados secundarios, por lo que se adquirirá la deuda a los inversores, no a los gobiernos. "Esto es totalmente compatible con la prohibición del Tratado de financiación monetaria", ha agregado.
"El hecho de que los gobiernos tendrán que cumplir con la condicionalidad establecida protegerá realmente nuestra independencia, ha añadido. El BCE no será forzado a dar un paso si se produce una falta de implementación política", ha asegurado.
Draghi ha comparecido este miércoles ante un grupo de parlamentarios alemanes para explicar las últimas decisiones adoptadas por el instituto emisor, particularmente el programa de compra de bonos soberanos, muy criticado en Alemania y que no ha contado con el respaldo del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.
La intervención de Draghi ante el Parlamento germano, pese a no ser habitual, tampoco supone la primera comparecencia de un presidente del BCE, ya que el antecesor del banquero italiano, Jean Claude Trichet, hizo lo propio en abril de 2010, junto al exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn, para informar del primer rescate de Grecia.
Además de Weidmann, quien también se ha mostrado muy crítico con el plan de compras del BCE es el execonomista jefe de la institución Jürgen Stark. En su opinión, el BCE ha "cruzado líneas rojas" al ir más allá de sus competencias en política monetaria y actuar en el ámbito de la política fiscal.