Washington, 26 feb (EFECOM).- El índice de precios de productor (IPP) subió un 1 por ciento en enero, empujado principalmente por los aumentos en costos de energía y alimentos, informó hoy el Departamento de Trabajo.
El mes pasado los precios de la energía subieron un 1,5 por ciento y los de alimentos saltaron un 1,7 por ciento, el mayor aumento desde octubre de 2004.
Si se excluyen los precios de energía y alimentos la inflación subyacente o núcleo del IPP fue del 0,4 por ciento.
La mayoría de los analistas había calculado que en enero el IPP tendría un aumento del 0,3 por ciento y que la inflación subyacente a nivel de productores sería del 0,2 por ciento.
En un año el IPP ha subido un 7,4 por ciento, el mayor incremento desde octubre de 1981, y la inflación subyacente del IPP ha sido del 2,3 por ciento.
La semana pasada el gobierno informó de que el índice de precios al consumo (IPC), la medida más común de la inflación, había subido un 0,4 por ciento. Excluidos los precios de alimentos y energía la inflación subyacente del IPC fue en enero del 0,3 por ciento, la más alta desde junio de 2006.
El IPC ha subido un 4,3 por ciento en un año, y su núcleo ha subido un 2,5 por ciento.
Ambos indicadores muestran que la inflación en EEUU en enero superó los cálculos de los analistas, lo cual crea un dilema para la Reserva Federal, en vista de la debilidad de la economía.
La inflación subyacente, tanto a nivel de consumidores como de productores, está por encima de la franja del 1 al 2 por ciento que la Reserva Federal considera aceptable y saludable en la economía de Estados Unidos.
Pero la inflación de enero indica que la desaceleración de la economía todavía no ha aliviado las presiones sobre los precios.
A pesar del vigor inflacionario, la mayoría de los analistas cree que en su reunión del 18 de marzo la Reserva Federal continuará con su aflojamiento de la política monetaria, que ha llevado a sucesivas reducciones del precio del dinero desde agosto de 2007, cuando la tasa de referencia se encontraba en el 5,25 por ciento.
La última bajada ocurrió el 30 de enero, cuando la Reserva Federal redujo la tasa en medio punto porcentual, hasta el tres por ciento, lo que se añadió a otras medidas monetarias bruscas para evitar una recesión.
Poco antes había reducido la tasa en otros 0,75 puntos porcentuales, con lo que el costo del crédito bajó en 1,25 puntos porcentuales en nueve días, el corte más profundo a los intereses en Estados Unidos desde 1982.
En su declaración tras la reunión de enero, el Comité del Mercado Abierto dejó abierta además la posibilidad de nuevas rebajas, dependiendo del desempeño de la economía estadounidense en los próximos meses.
La Reserva Federal (Fed) aseguró que la bajada de las tasas debería promover un crecimiento económico "moderado" en Estados Unidos, pero alertó de que persiste el peligro de que sea menor que lo previsto.
En el último trimestre de 2007 la economía de EEUU creció apenas un 0,6 por ciento. Los mercados esperaban un crecimiento en ese período de entre el 1 y el 1,2 por ciento. EFECOM
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