
El ánimo de los inversores está minado tras las fuertes turbulencias financieras de los últimos meses. Sin embargo, hasta que no se restablezca la confianza no se podrá dar por superada esta crisis crediticia. Aquí tiene los mejores indicadores para seguirla de cerca.
Esta es una crisis de confianza, no de liquidez. Así de concretos se muestran los analistas cuando les preguntan por la situación actual, en la que el dinero no sale a la luz por el temor y escepticismo de muchas entidades a prestarlo tanto a los clientes como a otros bancos.
Crisis de confianza, no de liquidez
Sin embargo, esta falta de ánimo va más allá, porque indirectamente provoca una contracción del crédito y, por ende, del consumo, que puede terminar por arrastrar a las economías occidentales, no sólo a la estadounidense, a una fuerte ralentización de su crecimiento, rayando incluso la recesión. Hay que tener en cuenta que el consumo supone más de las dos terceras partes del PIB de EEUU. Por eso es tan importante que vuelva la confianza para que pueda tirar del carro económico.
De ahí la relevancia que tiene seguir todo tipo de estadísticas sobre el sentimiento de los consumidores y empresarios ante el futuro económico. Aunque el ánimo es un ente inefable, existe una serie de índices que persigue medir la actitud de los inversores cada mes, por lo que estas estadísticas toman la temperatura a la economía.
Dado el papel preponderante de EEUU, los índices de confianza a los que más atención prestan los mercados proceden del otro lado del Atlántico. En concreto, dos indicadores acaparan todas las miradas: los que realizan la Universidad de Michigan y la Conference Board, que miden el ánimo de los consumidores.
Caída del petróleo y venta de viviendas
En estos momentos, se encuentran en mínimos de 2005 ante la fuerte subida del precio del petróleo y la persistente caída de las ventas de viviendas. Por ejemplo, el que publica la Conference Board no ha dejado de bajar desde julio de 2006. "Si la confianza sigue cayendo indica que la economía se va a ralentizar, al ser un indicador adelantado de consumo privado y, por tanto, de crecimiento económico", comenta Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities.
En la actualidad, el de la Conference Board está en los 87,9 puntos y el de la Universidad de Michigan en 80,5 puntos. ¿Qué significa esto? Aunque no existe un nivel claro para asegurar que la situación es preocupante, para hacernos una idea, el nivel más bajo que alcanzó el índice de Michigan en toda su historia ha sido los 51,7 puntos, a raíz de la crisis de los 80 y la media histórica está en torno a 80 puntos.
En el caso de la Conference Board, la media a la que se comparan las cifras obtenidas cada mes es de 98,14 puntos, con un mínimo de 43,20 en diciembre de 1974 en plena crisis del petróleo. "Por lo tanto, en principio, cualquier medida que esté por debajo de la media histórica implicaría que el consumo se desacelera", dice Beatriz Tejero, analista de Ibersecurities.
Los termómetros europeos
Pero la confianza no sólo es importante en EEUU. En Europa también es clave. Dentro del Viejo Continente hay dos índices que sirven para pulsar la moral de los ciudadanos y empresarios. Los principales son los que se elaboran en Alemania. Por ejemplo, el Ifo evalúa a los directivos alemanes sobre la situación actual y futura. Si la preocupación es más a largo plazo -seis meses- se puede utilizar el que realiza el instituto Zew, sobre perspectivas económicas.
Por otra parte, si a usted le preocupa la situación de los países asiáticos, se recomienda echar un vistazo al Tankan, que muestras las previsiones de crecimiento en los próximos meses. "Existen dos, el de manufacturas -el más relevante- y el de servicios. Japón sobrevive gracias a las manufacturas, ya que son las compañías exportadoras", comenta Ibersecuties.