La canciller alemana, Angela Merkel, no espera un final rápido a la crisis de la deuda soberana en la eurozona, y el sábado dijo que costará una década llegar a tiempos mejores.
"Desde luego, costará una década hasta que volvamos a estar en una posición mejor", dijo Merkel en su 'podcast' semanal, al día siguiente de que la eurozona no consiguiera obtener nuevos fondos para sus rescates en la cumbre del G-20 celebrada en Francia y de que el primer ministro griego, Georgios Papandreu ganara una moción de confianza, mientras la zona de la moneda única trata de evitar la extensión de la crisis.
"La crisis de la deuda no se va a superar de la noche a la mañana", estimó Merkel. "Es un camino que requiere muchos esfuerzos y por el que debemos transitar paso a paso", añadió.
"Vamos a necesitar una década para estar otra vez en mejor posición", agregó la canciller alemana.
"En Europa, cada uno tiene que hacer esfuerzos y cumplir con sus deberes", puntualizó.