Gescartera.- Pilar Giménez-Reyna dice que su hermano intervino ante la CNMV para evitar una inspección en 1999

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

La presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, explicó a preguntas del fiscal, Vicente González Mota, que su hermano Enrique Giménez-Reyna intervino en 1999 ante la entonces consejera de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pilar Valiente, para evitar las consecuencias de la inspección que se saldó con una sanción de 42.000 euros por negarse a ser inspeccionada.

La imputada declaró que Antonio Camacho fue quien le insistió para que se enterara, a través de su hermano, de los trámites de la inspección porque, según dijo, en la CNMV "le tenían inquina".

En ese momento, Enrique Giménez-Reyna era el director general de Tributos, cargo que ostentó hasta mayo de 2000 y tras el cual fue nombrado secretario de Estado de Hacienda. Valiente aún era consejera del organismo regulador entonces bajo la presidencia de Juan Fernández Armesto.

Para arrancarle la confesión, González Mota le mostró la agenda encontrada en los registros correspondiente al año 1999. En ella, Giménez-Reyna apuntó "Enrique llama. Valiente le da un revés a Vives. Nos pide que aguantemos y que no demos los nombres de los cheques al portador. No somos la Agencia Tributaria".

Después de leer en alto la cita, la acusada explicó que Camacho le insistió para que llamara a su hermano para que éste intercediera ante el organismo. Así, Enrique Giménez-Reyna habló con Valiente, quien le dio el supuesto "revés" al inspector encargado del expediente de Gescartera, Carlos Vives. Posteriomente, Enrique Giménez-Reyna le comunicó a su hermana que la agencia "sólo tenía obligación de dar los nombres a la Agencia Tributaria".

COMIDA EN LA CNMV.

La acusada explicó que ya en el año 2000 y con motivo de la conversión de Gescartera en agencia de valores, su hermano acudió a una comida que tuvo lugar en la sede del organismo regulador en la que también participaron Antonio Camacho y Pilar Valiente con la finalidad de tratar las condiciones de la conversión.

"Fue una comida intrascendente, banal y protocolaria", explicó la imputada, quien negó que allí se hablara de los cheques al portador que circulaban en Gescartera ni de la aportación del listado con los saldos de los clientes.

Pilar Giménez-Reyna se negó a contestar a las preguntas de los abogados de las acusaciones particulares por los posibles problemas de "salud psiquiátrica" que le podrían derivar. La declaración continúa con el interrogatorio de su abogado, Agustín Tornos.