(embargada de publicación hasta el 2 de septiembre a las 23.00 hora GMT)
Ginebra, 30 ago (EFECOM).- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte de la necesidad que tienen América Latina y el Caribe de aumentar sus niveles de productividad para asegurar la expansión del empleo masivo y digno en la región.
Así lo indicó el director del sector de Empleo de la OIT, José Manuel Salazar-Xirinachs, al presentar el quinto informe bianual sobre Indicadores Clave del Mercado de Trabajo.
Para la OIT, "el aumento del nivel de productividad de los trabajadores de menores ingresos en los países más pobres es esencial para lograr reducir los enormes déficit de trabajo decente en el mundo".
Por ello, según Salazar, "Latinoamérica tiene un desafío por delante, debe mejorar sus indicadores, en especial la productividad, que está perdiendo fuerza de crecimiento".
El estudio revela que entre 1996 y 2006 el valor agregado por persona empleada en Latinoamérica y el Caribe pasó de 17.652 a 18.908 dólares, lo que, según Salazar, "no es un crecimiento muy alto para una década".
"La productividad laboral descendió de 1980 a 2005 en la mitad de los países de la región y creció poco en el resto, con poca mejora en las dos pasadas décadas", reza el informe.
La productividad media de la región es hoy en día la tercera en el mundo y está por encima de la media, como ya lo era en 1996.
No obstante, el informe pone de manifiesto que, una década atrás, la distancia con zonas más pobres del planeta era "considerable", mientras que ahora la brecha se está estrechando.
Además, la productividad de Latinoamérica y el Caribe se encuentra ahora por debajo de la media mundial, y el valor agregado por persona empleada es casi tres veces menor que en las economías industrializadas.
"Esto no es un hecho menor, y nosotros alertamos a los gobiernos para que estén atentos y hagan un esfuerzo para mejorar su productividad", afirmó el experto de la OIT.
Quien recordó que si estar en la tercera posición "no está mal", la región del sudeste asiático "la está alcanzando" y a unos niveles mucho más rápidos.
Para ilustrar ese fenómeno, el informe muestra los datos de Venezuela y los de Corea del Sur.
Mientras en 1980 el valor agregado por persona empleada en Venezuela era un 77 por ciento con respecto a Estados Unidos, en el 2005 esta cifra bajó hasta el 42 por ciento.
En cambio, en 1980 Corea del Sur tenía un valor agregado por persona del 28 por ciento con respecto a Estados Unidos, y en el 2005 alcanzó el 68 por ciento.
De hecho, el informe demuestra que en Asia Oriental los trabajadores producen ahora el doble que hace diez años, y que la producción por trabajador subió de una octava parte de lo que registraban los países industrializados en 1996 a la quinta parte en el 2006.
El año pasado el valor agregado por persona empleada en Estados Unidos fue de 63.885 dólares, lo que lo sitúa en el número uno del ránking mundial.
Le siguen Irlanda, con 55.986 dólares, Luxemburgo con 55.641, Bélgica con 55.235 y Francia con 54.609.
No obstante, como los estadounidenses trabajan más horas por año que la mayoría de los trabajadores en otras economías industrializadas, el valor agregado por trabajador por hora más alto del mundo lo tiene Noruega con 37,99 dólares, frente a los 35,63 de Estados Unidos o los 35,08 de Francia.
Según el informe, el lento crecimiento de la productividad en Latinoamérica y el Caribe se refleja, asimismo, en el incremento del trabajo vulnerable, que pasó de ser un 31,2 por ciento en 1996 a un 32,7 en el 2006.
No obstante, la OIT destaca otros aspectos positivos como que el pleno empleo aumentó durante el mismo periodo gracias a que las mujeres empezaron a integrarse al mercado de trabajo.
De hecho, la organización "espera" que la región logre reducir a la mitad sus tasas de pobreza en el 2005 tal y como establecen los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas.EFECOM
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