Barcelona, 18 jun (EFECOM).- Los trabajadores de la fábrica de envases de vidrio Crisbisbal, de Castellbisbal (Barcelona), que está en proceso concursal (antigua suspensión de pagos), han pedido hoy al juez del Juzgado Mercantil número 3 de Barcelona que les considere el deudor "número uno" de la empresa.
Crisbisbal dejó de producir el pasado mes y los administradores concursales presentaron un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a la totalidad de la plantilla, compuesta por 145 personas, la gran mayoría de las cuales se ha manifestado hoy desde la plaza Urquinaona hasta la sede del juzgado de Barcelona donde se ve su caso.
El presidente del comité de empresa de Crisbisbal, Sergio Sorolla, ha explicado hoy que los trabajadores han pedido hoy al juez que les considere como los primeros acreedores de la firma para que puedan ser indemnizados.
La planta, propiedad del empresario Magín Rovira, cerró 2006 con pérdidas y dispone de más pasivo que activo, según han concluido los administradores concursales, que han optado por presentar un ERE que afecta al global de la plantilla.
La fábrica trabaja para empresas del sector de la cosmética, la perfumería y la alimentación, como Myrurgia, del grupo Puig; la marca Ambipur Car, del grupo Sara Lee; y Coty Astor, según ha informado ha indicado Sorolla (UGT).
El próximo miércoles los representantes de los trabajadores se reunirán de nuevo en los Servicios Territoriales del departamento de Trabajo en Barcelona con los administradores concursales, para intentar alcanzar un acuerdo por lo que se refiere a las indemnizaciones que reclaman los empleados.
En el ERE se ofrece una indemnización de veinte días por año trabajado, con un máximo de doce mensualidades, aunque el comité de empresa reclama una compensación económica equivalente a 45 días por año trabajado.
Según Sorolla, Crisbisbal es una empresa "rentable al 100%" y, por este motivo, considera que existe la posibilidad de que alguna compañía extranjera pueda hacerse cargo de la fábrica, aunque será difícil teniendo en cuenta que la fábrica dejó de producir el pasado 9 de mayo a causa del corte de suministro de gas por una deuda de centenares de miles de euros, ha indicado.
Los sindicatos han denunciado una "mala gestión intencionada" por parte de la dirección de Crisbisbal, que pidió la liquidación a finales del pasado mes de abril.
La familia Rovira, dedicada al vidrio hueco desde hace más de un siglo, fundó Crisbisbal en 1987 para orientar su actividad hacia los envases del sector de la perfumería y también de las licoreras.
La fábrica dispone de una superficie de unos 40.000 metros cuadrados equipados con dos hornos. EFECOM
db/mg/pam
Relacionados
- Alemania y Francia quieren lanzar nuevo helicóptero de transporte
- Los sindicados de Service Point quieren elevar su participación hasta el 10%
- Los empresarios madrileños quieren la independencia del poder político
- Endesa, entre las empresas que quieren invertir en central nuclear búlgara
- Telefónica y sus socios quieren irse de vacaciones con Telecom bajo el brazo