
La Unión Europea atraviesa momentos difíciles, con una guerra comercial a la vuelta de la esquina y tras sufrir las consecuencias del conflicto de Ucrania. "El mercado único no crece mucho, está costando mucho y lo que hay que hacer es profundizar en eliminar trabas entre los países europeos", afirma Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.
El economista y analista financiero Javier Santacruz explica que "el crecimiento económico de la Unión Europea todavía no preocupa pero seguro que entrará en fase de desaceleración a no mucho tardar". Con esta situación, la Comisión Europea ha presentado el borrador del próximo presupuesto de la UE, con vigencia de 2028 a 2034, en el que se incluye más gasto para financiar defensa, nuevas formas de financiarlo y una reforma de la Política Agraria Común (PAC) que ya ha levantado numerosas voces críticas en todo el continente.
En un momento en el que, a pesar de que la situación geopolítica es delicada pero con crecimientos económicos contenidos y sin temor a un rebrote brusco de la inflación, se ha conocido que a una de las herramientas que más cohesionan la UE como es la PAC, se le va a recortar la dotación dineraria en 80.000 millones de euros, un 22%. Igualmente, se modificará la política de cohesión que llega a los estados miembros a través de los fondos.
"La PAC es un mecanismo que siempre ha servido para reducir los precios de los productos agrarios europeos. Si se recortan las ayudas, todo dependerá de cómo sea la UE de autosuficiente", asegura Javier Santacruz.
Mucho mas contundente se muestra Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA): "La soberanía alimentaria europea se va a poner en peligro. No es para mañana mismo pero ya se está decidiendo el futuro de la PAC". Para este representante del sector, "los activos agrarios van a caer velozmente, los costes de producción van a crecer mucho y, como consecuencia, se van a incrementar los costes al consumidor". Barato añade que "la PAC es la única política común que tenemos en la Unión Europea".
De llevarse a cabo el recorte que pretende la Comisión Europea, todos coinciden en que se van a disparar las importaciones de alimentos. "Directamente, las cosas del campo se van a encarecer y además comeremos alimentos que vienen de terceros países donde los niveles de exigencia de calidad y explotación no son elevados". Javier Santacruz es de la misma opinión. "Se va a producir una mayor dependencia de los productos importados y éstos se encarecerán. Hasta la fecha no ha sido para tanto el tema de las importaciones pero esto puede cambiar en el medio plazo".
Raymond Torres, aunque pide prudencia en espera de que haya o no acuerdo, cree que la política agraria cambiará, "con lo que los gobiernos nacionales tendrán que hacerse cargo de las ayudas y las subvenciones para salvar al sector agrario. Eso repercutirá en sus presupuestos y lo terminarán pagando los ciudadanos". De cualquier manera, lo que ha presentado la Comisión Europea es un borrador del marco plurianual 2028-2034. Pedro Barato está convencido de que no saldrá adelante en los mismo términos. "Nuestra esperanza está en el Parlamento Europeo. El otro día, en la Comisión de Agricultura, se rechazó el texto de Von der Leyen y todos los grupos políticos, incluso Los Verdes, están en contra". El director de Coyuntura de Funcas cree que "hay tensión para mantener la PAC pero se mantendrá hasta cierto punto. Veremos entonces que dice España ante esta reforma".
En nuestro país, en la actualidad, los precios de los alimentos son los que más están contribuyendo a mantener la inflación en niveles altos o, al menos, que no disminuya. El último dato indica que el IPC de alimentos y bebidas no alcohólicas subió en junio un 2,8% respecto al mismo mes de 2024 y aumentó un 0,3% respecto a mayo de 2025, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se incrementaron los precios en todas las categorías menos en los aceites y las grasas y en el azúcar.
Europa todavía puede disfrutar de una inflación sin subidas bruscas
El fuerte incremento de la inflación que se produjo en 2022 está aún lejos de repetirse en el medio plazo. Así lo confirman los expertos consultados por elEconomista.es. "No veo que haya tanto peligro de una ola inflacionista como la que hubo en el año 22, aunque con este indicador siempre hay dos olas y no sabemos cuando vendrá la segunda", mantiene el economista y profesor universitario Javier Santacruz. Considera que se han producido acontecimientos desestabilizadores, como el ataque a Irán, y la inflación se ha mantenido. Ni siquiera la posibilidad de aranceles como los que quiere imponer Estados Unidos puede provocar una subida brusca o una segunda ola. "Por el momento no se prevé una gran ola inflacionaria en la Unión Europea", señala Javier Santacruz.
"Lo que no va a ocurrir es que regresemos a los niveles de los años 2008 a 2020, cuando las tasas eran bajísimas, llegaron a cero e incluso fueron negativas", advierte. No habrá subidas pero tampoco será fácil bajar del 2% que han marcado los bancos centrales, en opinión del economista. El director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, apunta en la misma dirección. Es más, este experto cree que "la inflación seguirá bajando". Desde luego no va a haber rebrote "porque ahora mismo hay varios factores para cierta desinflación". Estos factores son la apreciación del euro que abarata las importaciones, la bajada del dinamismo de la demanda "que está menos pujante" y la desaceleración de los salarios en varios países, excepto en España. También influye la reestructuración de las cadenas productivas. No obstante, Torres es cauto porque "no sabemos lo que va a pasar con los aranceles" anunciados por la Administración Trump. "Aunque se negocie y se bajen del 30% al 20%, siguen siendo enormes y pueden producir medidas de retorsión".
Otro elemento relativo que puede contribuir a que suba la inflación en la UE, según el experto de Funcas, son los planes de estímulo a la demanda cono las inversiones en defensa. "No sabemos si la oferta va a responder, luego entonces sí se pueden incrementar los precios si hay más demanda", concluye.