
El contexto internacional, sobre todo la política arancelaria de Estados Unidos, y en clave interna la elevada deuda pública y el retroceso de la inversión empresarial amenazan a la economía española. El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha rebajado dos décimas su previsión de crecimiento del PIB para 2025 respecto a la última predicción y la deja en el 2,3%. En 2026, el PIB solo crecerá el 1,8%.
En la presentación del informe "Un crecimiento económico condicionado por un contexto institucional adverso", que tuvo lugar ayer, se señaló que, además de los aranceles con los que amenaza la Administración Trump, existen unas condiciones financieras restrictivas, menos confianza empresarial y la incidencia de varios conflictos como la guerra de Ucrania o la situación en Oriente Medio para que el crecimiento económico mundial se resienta.
Todas estas circunstancias influyen igualmente en una evolución de la inflación a la baja más moderada.En relación a España, el año 2025 "marca un punto de inflexión" en la trayectoria ascendente de crecimiento. La gran incertidumbre que existe en el país afecta al sector exterior, que ha sido hasta ahora uno de los grandes impulsos de la riqueza nacional. Un factor "preocupante" es la evolución de la inversión. "La formación bruta de capital registra un avance muy limitado, situándose apenas un 4,8% por encima de los niveles de finales de 2019". Pero peor evoluciona la inversión en bienes de equipo y en capital productivo. El informe apunta a que se combinan la incertidumbre política, la baja rentabilidad que se espera, problemas de competitividad frente a China y a la reorganización industrial. Se observa que hay reticencias a invertir en sectores tradicionales.También es nocivo, aseguran en el IEE, el desequilibrio fiscal con "una elevada deuda pública; un mayor gasto corriente, sobre todo en pensiones, que alcanza ya el 12,4% del PIB, por encima de la media de la eurozona; y un déficit estructural que supera el -3% del PIB". Todo esto resta margen de maniobra en el caso de una desaceleración de la actividad o de "turbulencias en los mercados financieros internacionales"Respecto a la inflación, la previsión es de un aumento, hasta llegar a una tasa del 2,5% en media anual y que la subyacente presente una media del 2,3%. Bajarán los alimentos elaborados pero los servicios y los bienes industriales seguirán avanzando hacia arriba.El mercado laboral continuará creando empleo a un ritmo del 1,9% en 2025 y del 1,5% en 2026, manifiesta el IEE. Así, la tasa de paro disminuirá hasta el 10,3% en 2026 tras situarse en el 11,3% en 2024 y en el 10,7% este año. La afiliación a la Seguridad Social continúa creciendo "a buen ritmo este año, aunque está mostrando una desaceleración muy gradual". Y otra cuestión en la que el IEE se muestra más bien optimista es en el crecimiento de la remuneración por asalariado que en 2025 "crecerá por encima de la inflación".Un aspecto importante que destaca el informe es que en los próximos meses y en 2026 cambiará la composición del modelo de crecimiento: el sector exterior se debilitará, la inversión se mantendrá débil y el consumo privado se convertirá en el "pilar fundamental" del aumento del PIB. También crece el consumo público.